jueves, 17 de septiembre de 2015

SANTORAL....

[17 de Septiembre] San Roberto Belarmino. El gran defensor de la fe
 
 
Jesuita y Doctor de la Iglesia. Fue un gran entusiasta y defensor de la doctrina católica durante y después de la Reforma Protestante
 
 
 
 

 


San Roberto Belarmino. El gran defensor de la fe
Fiesta: 17 de septiembre
Martirologio romano: San Roberto Belarmino, obispo y doctor de la Iglesia, perteneciente a la Compañía de Jesús (Jesuitas), quien fue capaz de competir con éxito en las controversias teológicas de su tiempo con gran habilidad y perspicacia. Fue Arzobispo de Capua, Cardenal, allí se dedicó con entusiasmo al ministerio pastoral en la Iglesia y finalmente a Roma hizo mucho en defensa de la Sede Apostólica y de la doctrina de la fe.
Roberto significa: Gloria resplandeciente, proviene alemán
Belarmino significa: Guerrero bien armado
Roberto Belarmino, fue Jesuita; Arzobispo de Capua, Cardenal; Doctor de la Iglesia y un gran entusiasta y defensor de la doctrina católica durante y después de la Reforma Protestante. Escribió dos catecismos y numerosas obras de apologética. Por sus obras y predicaciones sobre la defensa de la fe consiguió el título de "martillo de los herejes". Sin embargo, él era un hombre entregado a la humildad, destacándose también con sus labores de caridad hacia los más necesitados
Biografía
San Roberto Belarmino, Sacerdote Jesuita y uno de los cardenales más importantes de la Reforma católica. Llegó a ser confidente de los Papas y Doctor de la Iglesia.
Roberto Belarmino nació en una familia italiana de la nobleza pero que al poco tiempo cayó en bancarrota y fue empobrecida. Sus tempranos logros intelectuales dieron a su padre la falsa esperanza de que Belarmino restablecería la fortuna de lafamilia a través de una carrera política., pero fue el deseo de su madre que ingresara a la Compañía de Jesús el que prevaleció.
Al término de sus estudios, Belarmino enseñó primero en la Universidad de Lovaina en Bélgica. En 1576 aceptó la invitación del Papa Gregorio XIII (1572 a 1585) para enseñar teología polémica en el nuevo Colegio Romano.
Sus grandes obras en favor de la fe
Roberto Belarmino pasó los siguientes 11 años enseñando y escribiendo susDiscusiones sobre los puntos controvertidos”, una defensa de tres volúmenes de la fe católica en contra de los argumentos de los reformadores protestantes, la cual enseñaba la verdad con gran autoridad y base y exponía los errores de argumentos poco sólidos.
En estos libros, Roberto explicaba la doctrina de la fe católica ante los errores de los protestantes (luteranos, evangélicos, anglicanos, entre otros) Estos por su parte habían sacado una serie de libros contra los católicos y San Roberto produjo las mejores respuestas y ninguno pudo contrariar ni siquiera una coma de sus escritos. Sus libros alcanzaron el éxito y tuvieron 30 ediciones en 20 años. Sacerdotes y Catequistas utilizaron estos libros para conseguir los mejores argumentos en sus enseñanzas.
Belarmino, también fue un confidente de los papas, ocupó varios cargos, entre ellos el rector del Colegio Romano, examinador de obispos, el cardenal inquisidor, arzobispo de Capua, y obispo de Montepulciano.
A través de sus escritos Belarmino estuvo involucrado en asuntos políticos, religiosos y sociales de la época. Discutió con el rey Jaime I de Inglaterra y fue juez en el juicio de Giordano Bruno. Belarmino también se le encargó la misión de comunicar a su amigo Galileo Galilei en 1616, el decreto emitido por la Congregación, que condenaba la doctrina copernicana de los movimientos de la tierra y el sol
Una vida humilde y austera
A pesar de que fue uno de los hombres más poderosos de Roma, Belarmino vivió una vida completamente austera y llena de humildad. Él entregaba la mayor parte de su dinero a los pobres quedándose sólo con lo necesario para comer y trasladarse.
En una oportunidad pagó el rescate de un soldado que había desertado y en otra, le dio los tapices de sus viviendas a los pobres, diciendo que las paredes no tenían frío.
Mientras él le tomaba poco respeto a sus propias comodidades, siempre se encargaba de que sus sirvientes y ayudantes tuviesen todo lo que necesitaban. Su alimento era igual que el de los pobres, pan y ajo y cuando se acercaba el invierno, no tenía ni siquiera leña para poder tener fuego y tener algo de calor en su hogar.
Su muerte
Cuando Berlamino notó que su vida estaba llegando a su finalpidió permiso para irse al noviciado de San Andrés, Roma, en donde murió a los setenta y siete años, el 17 de diciembre de 1621, justamente en la celebración de la fiesta de los estigmas de San Francisco de Asís, en la que él mismo había iniciado el culto
San Roberto Belarmino fue canonizado por el Papa Pío XI en 1930 y declarado Doctor de la Iglesia en 1931

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