martes, 29 de septiembre de 2015

EVANGELIO...

Diálogo introductorio con Jesús
Señor mío, encontrarme contigo es motivo siempre de sanación, de liberación, de descanso y, sobre todo, de volver a cargar energías para siempre estar listo cada día. Pienso mucho en la necesidad de ser paciente, sabes que no es algo que sólo dependa de mi voluntad, sino que necesito de tu acción poderosa, para que mi corazón sea capaz de vivir al ritmo del tuyo y así poder ir aceptando cada situación sin drama y con la conciencia de que siempre quieres para mí lo mejor. Te suplico que bendigas a todos los que amo y a los cuales, por distintas razones, he herido con mi comportamiento impaciente. Dame la posibilidad de no volverlo a hacer y de poder pedirle perdón a cada uno de ellos. Confío en tu poder y en tu misericordia que me van transformando. Amén.
Evangelio del día: Los ángeles nos defienden, por esto la Iglesia los honra
San Juan 1,47-51 (XXVI martes tiempo ordinario): Verán el cielo abierto, y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre
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Del Santo Evangelio según San Juan 1,47-51
La grandeza de los Cielos: En aquel tiempo, al ver llegar a Natanael, Jesús dijo: "Este es un verdadero israelita, en quien no hay engaño". "¿De dónde me conoces?", le preguntó Natanael. Jesús le respondió: "Yo te vi antes que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera". Natanael le respondió: "Maestro, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel". Jesús continuó: "Porque te dije: "Te vi debajo de la higuera", crees. Verás cosas más grandes todavía". Y agregó: "Les aseguro que verán el cielo abierto, y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre" Palabra del Señor
Reflexión del Papa Francisco
Nosotros leemos en el Salmo 8: "Tú has hecho al hombre superior a los ángeles", y esa inteligencia tan grande del ángel no podía llevar sobre sus espaldas esta humillación, que una criatura inferior fuera hecha superior; y trataba de destruirlo.

Por tanto, Satanás trata de destruir a la humanidad, a todos nosotros. Tantos proyectos, excepto los pecados propios, pero tantos, tantos proyectos de deshumanización del hombre, son obra suya, sencillamente porque odia al hombre. Es astuto: lo dice la primera página del Génesis; es astuto. Presenta las cosas como si fueran buenas. Pero su intención es la destrucción. Y los ángeles nos defienden. Defienden al hombre y defienden al Hombre-Dios, al hombre superior, Jesucristo que es la perfección de la humanidad, el más perfecto. Por esto la Iglesia honra a los ángeles, porque son los que estarán en la gloria de Dios, están en la gloria de Dios, porque defienden el gran misterio escondido de Dios, es decir que el Verbo ha venido en la carne.

El deber del pueblo de Dios es custodiar en sí al hombre, al hombre Jesús porque es el hombre que da vida a todos los hombres. En cambio, en sus proyectos de destrucción, Satanás inventa explicaciones humanísticas que van, propiamente, contra el hombre, contra la humanidad y contra Dios.

La lucha es una realidad cotidiana en la vida cristiana: en nuestro corazón, en nuestra vida, en nuestra familia, en nuestro pueblo, en nuestras iglesias… Si no se lucha, seremos vencidos. Pero el Señor ha dado esta tarea principalmente a los ángeles: luchar y vencer. Y el canto final del Apocalipsis, después de esta lucha, es tan bello: "Ahora se ha cumplido la salvación, la fuerza y el Reino de nuestro Dios y el poder de su Cristo, porque ha sido precipitado el acusador de nuestros hermanos, aquel que los acusaba ante nuestro Dios día y noche".

Hoy, los invitó a orar a los arcángeles Miguel, Gabriel y Rafael y a rezar esa oración antigua, pero tan bella, al arcángel Miguel, para que siga luchando para defender el misterio más grande de la humanidad, que el Verbo se ha hecho Hombre, ha muerto y resucitado. Éste es nuestro tesoro. Que Él siga luchando para custodiarlo. (Homilía en Santa Marta, 29 de septiembre de 2014)

Diálogo con Jesús
Mi adorado Jesús, pido hoy tu bendición para no caer en desesperaciones ante los momentos tensos que me tocará enfrentar. Envíame a tus santos ángeles custodios para que me acompañen, me bendigan y guíen por senderos de luz y de paz. También yo quisiera ser como un ángel, que lleva mensajes buenos a los otros, que lleve palabras de aliento y de fortaleza. Te ofrezco todo mi corazón y quiero amarte con todas las fuerzas que pueda tener en él. Necesito de tu ayuda y quiero sentir tu poder en mí para estar dispuesto a luchar por lograr un mundo mejor, un mundo según tu voluntad. Hoy, clamo la poderosa intercesión de los santos Arcángeles, Miguel, Rafael y Gabriel para que, con su asistencia divina, pueda yo vencer las tentaciones del enemigo y librarme de todas esas pruebas que intentan doblegarme y hacer que yo reniegue de Ti. Confió en que Tú me proteges, en que me quieres y me acompañas. Te doy mi vida y mi corazón, quiero vivir lleno de tu Gloria y de tu amor. Amén
Propósito para hoy: 
Pensar un momento en cuáles son los talentos que tengo para agradecérselos a Dios, y asegurarme luego que los esté usando para el bien de los míos y de los necesitados
Reflexionemos juntos esta frase:
Necesitamos un nuevo diálogo sobre el modo como estamos construyendo el futuro del planeta (Papa Francisco)

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