lunes, 31 de agosto de 2015

Livio Modigliani, Madonna dei Servi, late 16th century
AVE MARIA PURISIMA..SIN PECADO CONCEBIDA.

EL SEÑOR TE BENDIGA..

Bendición de San Francisco

SEÑOR TE DOY LAS GRACIAS...


Oración más bella

LOS FRUTOS DEL ESPIRITU..

LOS FRUTOS DEL ESPIRITU SANTO

AMEN...

QUE HERMOSO!! <3 <3

ORACION SAN AGUSTIN,,,


ORA POR TU HIJOS....

Ora por tus hijos

ORQUIDEA BLANCA,,,,EN EL CENTRO FORMA DE UNA PALOMA...

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ANGELUS...


ORACIONES A LA VIRGEN MARIA



EL ANGELUS

Se reza al mediodía durante todo el año, excepto en tiempo pascual que se sustituye por el Regina Coeli.

REGINA COELI


QUE ES EL ANGELUS
El Ángelus  es una oración mariana y cristológica centrada en la meditación del misterio de la Encarnación.
Suele rezarse tres veces al día: al comenzar la jornada, al medio día y al atardecer.
Es una manera de consagrar el día entero a Dios y a la Virgen Santísima, un modo de santificar, con una breve oración el trabajo o el estudio.
El papa recomienda a todos los fieles el rezo del Ángelus.
HISTORIA DEL ÁNGELUS
Este piadoso saludo a la Virgen, llamado Ángelus por el comienzo de algunos versículos unidos posteriormente a las tres avemarías primitivas, fue introducido en la Iglesia en épocas diversas. De la más antigua, la de la tarde, se encontró el primer testimonio en un decreto del capítulo general de los franciscanos celebrado en Pisa, en 1623, bajo la presidencia de san Buenaventura. No hay duda de que la propaganda activa de los franciscanos contribuyó eficazmente a difundir por todas partes esta oración. El padreThurston opina que la triple salutación angélica de la tarde se deriva de un ejercicio de piedad llamado, Las tres oraciones (compuesto de salmos y responsorios, y algunas plegarias, en las que probablemente estaba el Ave María), que se practicaba en muchas comunidades religiosas en los Maitines, primero, y después de Completas, previo aviso de una campanada. Es fácil que el pueblo cristiano iniciase su jornada con un saludo a la Virgen. En cuanto al Ángelus del mediodía, el padre Thurston cree encontrar los orígenes en aquella plegaria (tres Pater y tres Ave) que el papa Calixto III, en 1456, mandó recitar a la cristiandad todos los días al son de la campana, entre Nona y Vísperas, para obtener la paz de la Iglesia contra el peligro de invasión de los turcos. De todos modos, es cierto que fue adoptado muy tarde, no antes del siglo XVI. Se comenzó en Francia en 1472, por orden de Luis XI, y de allí, lentamente, se extendió al resto de Europa. Los tres versículos aparecen primero en el Exercitum quotidianum, pequeño manual de piedad, editado en Roma bajo Pío V (en 1572), y la triple doxología final, en el Manuale catholicorum de san PedroCanisio (1588).
Fuente: Mario Righetti. En Jesucristo, Biblioteca de Autores Cristianos-Miñón
EL PAPA BUENO, JUAN XXIII  Y EL ANGELUS
Una de las curiosas novedades en el pontificado de Juan XXIII fue la introducción de una particular costumbre que todavía hoy continúa vigente. El Papa bueno fue quien inició el rezo público del Ángelus en la plaza de San Pedro todos los domingos y días de fiestas. Era una manera más de mostrar su cercanía a los fieles, y sobre todo de infundir en ellos el culto amoroso a la Virgen María.
Tras la oración a la Madre de Dios, Juan XXIII impartía su bendición y aprovechaba para dirigirse a los presentes de la manera que a él más le gustaba, de forma espontánea, con un estilo familiar y cercano. Tanto gustó esta novedad a los católicos que visitaban Roma y a los propios romanos, que con el tiempo se ha convertido en uno de los actos públicos del Papa que nadie quiere perderse.
Fuente: Web Católico de Javier
REGINA COELI
“Regina Coeli” significa en latín “Reina del cielo”
Regina Coeli   es una oración mariana y cristológica centrada en la   meditación del misterio de la Resurrección del Señor, que se reza en el tiempo de Pascua, desde el Domingo de Resurrección hasta Pentecostés, en lugar del "Ángelus".
Es la Oración para el tiempo de Pascua.
Al igual que el Ángelus, suele rezarse tres veces al día: al comenzar la jornada, al medio día y al atardecer.
Es una manera de consagrar el día entero a Dios y a la Virgen Santísima, un modo de santificar, con una breve oración el trabajo o el estudio.
El papa recomienda a todos los fieles el rezo del Regina Coeli con el cual meditamos el misterio más grande de nuestra fe y nos llenamos de alegría "porque Cristo ha Resucitado".
ANGELUS


V. El Ángel del Señor anunció a María,
R. Y concibió por obra del Espíritu Santo.

Avemaría.
Dios te salve, María, llena de gracia, el Señor es contigo. Bendita eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

V. He aquí la esclava del Señor.
R. Hágase en mí según tu palabra.

Avemaría.
Dios te salve, María, llena de gracia, el Señor es contigo. Bendita eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

V. Y el Verbo se hizo carne.
R. Y habitó entre nosotros.

Avemaría.
Dios te salve, María, llena de gracia, el Señor es contigo. Bendita eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

V. Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios,R. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.

Oración

Te suplicamos, Señor, que derrames tu gracia en nuestras almas para que los que, por el anuncio del Ángel, hemos conocido la encarnación de tu Hijo Jesucristo, por su Pasión y Cruz seamos llevados a la gloria de su Resurrección. Por el mismo Jesucristo
R. Amén.

REGINA COELI

V. Alégrate, Reina del cielo; aleluya.
R. Porque el que mereciste llevar en tu seno; aleluya.
V. Ha resucitado, según predijo; aleluya.
R. Ruega por nosotros a Dios; aleluya.
V. Gózate y alégrate, Virgen María; aleluya.
R. Porque ha resucitado Dios verdaderamente; aleluya.

Oración

Oh Dios que por la resurrección de tu Hijo, nuestro Señor Jesucristo, te has dignado dar la alegría al mundo, concédenos que por su Madre, la Virgen María, alcancemos el gozo de la vida eterna. Por el mismo Jesucristo Nuestro Señor.
R. Amén.



SAN RAMON NONATO...

SAN RAMÓN NONATO

SANTO PATRONO DE LAS PARTURIENTAS

31 de Agosto

VIDA Y OBRA DE SAN RAMÓN NONATORamón Sarroy vió la luz de este mundo por primera vez en la localidad de Portell, situada en la comarca catalana de la Segarra, en lo que hoy es España, cerca de Barcelona, en los inicios del siglo XIII.
Descendía de padres virtuosos, emparentados con la ilustre familia de Cardona. Su madre murió antes de venir Ramón al mundo, y el niño vivió gracias a una operación cesárea practicada con una daga de cazador sobre el cuerpo ya muerto de su madre, por lo que se le llamó “nonato”, del latín non natus, que significa “no nacido”.
Desde muy temprana edad fue devoto, humilde, manso, prudente, obediente a su padre, temeroso de Dios cuidadoso de su conciencia, limpio en los pensamientos, modesto en su porte, discreto en las palabras, como un ángel en su actuar y querido por todos los que le conocían.
Su padre lo envió a Barcelona para que cursara sus estudios, cultivara relaciones con gente importante e hiciera carrera y fortuna. Pero Ramón dio muestras de inclinarse a los asuntos de Dios y buscaba la amistad del padre Pedro Nolasco, quien después vendría a ser el santo fundador de la orden de los mercedarios. Como esto contrariaba sus planes, su padre le hizo volver a Portell y lo puso al cuidado de ovejas en una finca de su propiedad.
Mientras Ramón pastoreaba sus rebaños por la seca y áspera Segarra, goza del silencio y el contacto con la naturaleza, siente con más fuerza la llamada interior, habla sin cesar con Dios, y siente crecer en su corazón un amor enorme por la Virgen María.
Otros pastores acusaron a Ramón diciendo a su padre que abandonaba el rebaño por sus oraciones en la ermita de San Nicolás y allí encontró a su hijo, orando... pero, ¿quién era aquel joven tan fuerte que cuidaba de las ovejas mientras su hijo rezaba? Se dio cuenta de que el cielo acudía en favor de Ramón, enviando a un ángel para ayudarle, y nunca más volvió a intervenir en el llamado de Dios a su hijo.
VIDA Y OBRA DE SAN RAMÓN NONATOPocos días después la misma Santísima Virgen María le anunció al joven pastor su deseo de que ingresara como religioso en la Orden de la Merced, recién fundada en Barcelona para la redención de los cristianos que, en aquel entonces, eran secuestrados o apresados por los musulmanes que exigían dinero como rescate a cambio de su libertad, si no lo obtenían, los esclavizaban o torturaban hasta morir, a menos que se convirtieran al islamismo.
Así, Ramón viajó a Barcelona y se puso en manos de San Pedro Nolasco, el fundador de la Merced. Creciendo siempre en el gozo de la virtud, cumplió el año del noviciado, hizo solemne profesión y recibió las sagradas órdenes. La presencia del joven fraile en el hospital de Santa Eulalia de Barcelona acrecentó su fama de bondad entre propios y extraños.
La caridad de Cristo le urgía a atender los dolores del prójimo y a ir a Argel, el principal mercado de esclavos de África, para poner en práctica el cuarto voto mercedario de la redención: “estar dispuestos a entregarse como rehenes y dar la vida, si fuese necesario, por el cautivo en peligro de perder su fe”, para ayudar a la salvación de las almas, en medio de enemigos, en la esclavitud, en las mazmorras, en los mercados africanos de venta de esclavos... para servir a Jesús hasta el martirio.
Designado por sus superiores para ir en redención de los cautivos, la alegría de padecer por Cristo y sus hermanos le inundaba. La Virgen le dijo: “como mi Hijo se sacrificó en la cruz, así tú has de moler el grano de tu cuerpo en el suplicio y en el dolor, y como Él es alimento y sostén en la Eucaristía, tú lo serás también de tus hermanos”.
VIDA Y OBRA DE SAN RAMÓN NONATOY Ramón predicó a los cautivos, los fortaleció en la fe, los consoló en los trabajos y exhortó a la paciencia. Servía a los enfermos, y curó a muchos de ellos. Se dice que pagó rescate por 600 cautivos en total. Cuando se acabaron las limosnas que traía de España para la redención, Ramón se convirtió en cautivo a cambio de la libertad de un cristiano. Su cautiverio lo aprovechó para tratar con moros y judíos, impugnar sus errores, enseñarles la fe católica y convertirlos al cristianismo con santas y eficaces razones.
Su predicación no pasó desapercibida: lo desnudaron y apalearon públicamente y se dice que, para que no volviese a hablar, le perforaron los labios con un hierro candente y se los cerraron con un candado, por espacio de ocho meses, que solo le abrían una vez al día, para comer su ración de pan de cebada. La Virgen, que le había asociado a Jesucristo en la tarea de redimir y salvar a sus hermanos los esclavos, no le dejó sólo en este martirio, sino que acudía a él para consolarle.
Los mercedarios lograron reunir el dinero para su rescate y, cuando llegó a Argel, embarcaron a Ramón hacia España. Ya en Barcelona, se le hizo un recibimiento como a un héroe triunfal. Pero él, ignorando aplausos, cantos y alabanzas, se abrió paso entre la gente que le aclamaba y corrió al sagrario de su convento a echarse a los pies de Jesús.
La noticia de su caridad, de su defensa de la fe, de su evangelización, de su labor redentora y de su martirio, llegó a conocimiento del papa Gregorio IX, quien le creó cardenal de la Santa Iglesia, sin que esto cambiara para nada su forma de vida austera y sacrificada.
Cuando en agosto de 1240 se dirigía a Roma, llamado por Gregorio IX, pasó por Cardona, para despedirse del vizconde Ramón VI, de quien era confesor. Aquí lo atacaron de pronto intensas fiebres que lo llevaron a la muerte. Pidió el santo viático y, como no hubo quien se lo administrase, se dice que el mismo Jesucristo, con un gran cortejo de ángeles, le dio el Santísimo Sacramento de su Cuerpo y Sangre.
Ermita de la Madre de Dios, cerca de PortellLos señores de Cardona, los frailes de la Merced y el Obispado de Barcelona, contendieron sobre los restos mortales del santo. En vista de que no se ponían de acuerdo, determinaron someterse a un arbitrio providencial: cargar el cuerpo del santo sobre una mula ciega que no conocía el terreno, a fin de que fuera sepultado en el lugar en que ésta parase. Y haciéndolo así, el animal caminó sin parar por kilómetros, seguido de una gran muchedumbre, directamente a la ermita de San Nicolás de Portell en donde San Ramón acostumbraba rezar, allí quedaron sus restos depositados y venerados hasta la revolución española de 1936, en que desaparecieron.
Al volver a la ermita, volvía al regazo de la Virgen, después de dar al mundo un pregón de amores: mariano, eucarístico y mercedario. Desde Portell su fama creció y por su intercesión se obraron multitud de milagros. Urbano VIII aprobó su culto inmemorial a 9 de mayo de 1626.
Contra la mentira pagana de un vivir materialista y comodino, se levanta la verdad alta y divina de la vida, santidad y milagros de San Ramón Nonato, flor amable del santoral mercedario y gloria auténtica del jardín de la Iglesia Católica. Al correr de los siglos, su figura fue exaltada por la devoción de los fieles, por las letras y por las artes. Las fiestas que aún hoy se celebran en su ermita de Portell concentran muchedumbres, no sólo de los habitantes de la Segarra, sino de toda Cataluña.
Abundan sus cofradías, y uno de los títulos que más popularidad le granjeó fue el de ser el abogado de las mujeres parturientas, en recuerdo de su especial nacimiento. También figura como patrono de las obras eucarísticas.

SANTORAL...

sábado, 29 de agosto de 2015

ORACION...

EVANGELIO....

Diálogo introductorio con Jesús
Jesús, Tú nos amas y quieres el bien de nosotros aunque no te ofrezcamos nada. Por eso, en este día, solo quiero ofrecerte mi corazón y decirte que te quiero amar con todas las fuerzas que pueda tener en él. Necesito de tu ayuda y quiero sentir tu poder en mí para estar dispuesto a vencer todas las situaciones difíciles que tengo. Hoy, clamo a Ti por tu ayuda misericordiosa y lo hago basado en la certeza de tu amor por mí, no lo hago pensando en que puedo darte a cambio, sé que nada de lo que hago o tengo es digno de Ti, pero sí quiero apoyarme en tu amor para pedirte ayuda. Te doy mi corazón, quiero vivir lleno de Ti para ser feliz. Amén.
Evangelio del día: Hombres, mujeres y niños perseguidos. Mártires de hoy
San Marcos 6,17-29 (XXI sábado tiempo ordinario): El guardia fue a la cárcel y le cortó la cabeza a Juan. Después la trajo sobre una bandeja
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Del Santo Evangelio según San Marcos 6,17-29
El martirio de Juan el Bautista: En aquel tiempo, Herodes, en efecto, había hecho arrestar y encarcelar a Juan a causa de Herodías, la mujer de su hermano Felipe, con la que se había casado. Porque Juan decía a Herodes: "No te es lícito tener a la mujer de tu hermano". Herodías odiaba a Juan e intentaba matarlo, pero no podía, porque Herodes lo respetaba, sabiendo que era un hombre justo y santo, y lo protegía. Cuando lo oía, quedaba perplejo, pero lo escuchaba con gusto. Un día se presentó la ocasión favorable. Herodes festejaba su cumpleaños, ofreciendo un banquete a sus dignatarios, a sus oficiales y a los notables de Galilea. La hija de Herodías salió a bailar, y agradó tanto a Herodes y a sus convidados, que el rey dijo a la joven: "Pídeme lo que quieras y te lo daré". Y le aseguró bajo juramento: "Te daré cualquier cosa que me pidas, aunque sea la mitad de mi reino". Ella fue a preguntar a su madre: "¿Qué debo pedirle?" "La cabeza de Juan el Bautista", respondió esta. La joven volvió rápidamente a donde estaba el rey y le hizo este pedido: "Quiero que me traigas ahora mismo, sobre una bandeja, la cabeza de Juan el Bautista". El rey se entristeció mucho, pero a causa de su juramento, y por los convidados, no quiso contrariarla. En seguida mandó a un guardia que trajera la cabeza de Juan. El guardia fue a la cárcel y le cortó la cabeza. Después la trajo sobre una bandeja, la entregó a la joven y esta se la dio a su madre. Cuando los discípulos de Juan lo supieron, fueron a recoger el cadáver y lo sepultarlo." Palabra del Señor
Reflexión del Papa Francisco
Juan nunca traicionó su vocación, consciente que su deber era sólo proclamar la cercanía del Mesías, consciente de ser sólo la voz, porque la Palabra era Otro, termina su vida como el Señor, con el martirio.
El hombre más grande nacido de mujer se hace pequeño, pequeño, pequeño, golpeado primero por la prueba de la oscuridad del alma – cuando duda que Jesús sea aquel a quien ha preparado el camino – y luego cuando llega para él el momento final, ordenado por un rey fascinado y desconcertado al mismo tiempo por Juan.
[...] Ese rey desconcertado es capaz de tomar una decisión, pero no porque su corazón se haya convertido, sino porque el vino le ha dado coraje. Y así Juan termina su vida bajo la autoridad de un rey mediocre, borracho y corrupto, por el capricho de una bailarina y el odio vengativo de una adúltera. Así termina el Grande, el hombre más grande nacido de mujer
Cuando leo este pasaje les confieso que me conmuevo y pienso siempre en dos cosas:
1.- En nuestros mártires, en los mártires de nuestros días, los hombres, las mujeres, los niños que son perseguidos, odiados, expulsados de sus hogares, torturados, masacrados. Y esto no es una cosa del pasado: esto sucede hoy. Nuestros mártires, que terminan sus vidas bajo la autoridad  corrupta de gente que odia a Jesucristo. Nos hará bien pensar en nuestros mártires... ¡Pensemos en los de hoy! En los del 2015”.
2.- Nadie tiene la vida comprada. Por otra parte, este abajarse de Juan el Grande continuamente hasta la nada me hace pensar, que estamos en este camino y vamos hacia la tierra, donde todos acabaremos. Me hace pensar en mí mismo: También yo acabaré. Todos nosotros acabaremos. Nadie tiene la vida comprada. Nosotros también, queriendo o no queriendo, vamos por el camino de la anonadación existencial de la vida, y esto, al menos a mí, me hace rezar para que esta anonadación se parezca lo más posible a Jesucristo, a su anonadación. (Homilía en Santa Marta, 09 de febrero de 2015)
Diálogo con Jesús
Mi Dios, me siento enamorado de tu Palabra y de tus ejemplos de misericordia que nos dejaste. También a mí me gustaría aprender a proclamar tu amor y tu verdad aunque a muchos no les agrade. La valentía y la fe debe ser mi insignia de lucha como también lo fue para Juan el Bautista, que señaló tus caminos sin miedo y con gran verdad. Que pueda yo, aprender de su ejemplo, a imitarlo en esa coherencia de fe que no se doblega ante las amenazas o improperios. Ayúdame, con tu amor, a superar todos mis obstáculos en mi interior, que no me permiten anunciarte en todos mis ámbitos. Quiero también sentir que disminuyo a medida que te doy a conocer, porque sólo Tú debes brillar, sólo Tú eres grande, quien debe resaltar desde todos mis entrañas hasta donde me alcance la voz. Ven y silencia mi mente de las ataduras del mundo, de todo aquello que me separa de una vida de gozo junto a ti. Quiero ser testimonio de tu amor y que todas mis acciones estén llenas de Ti, de tu bondad. Que quien esté a mi lado, pueda reconocerte a Ti, reconocer tu rostro de compasión. Amén.
Propósito para hoy: 
Dejar a un lado las preocupaciones inútiles, cosas que no puedo cambiar en este momento, para centrarme en dar solución a aquellas que sí puedo cambiar.
Reflexionemos juntos esta frase:
"Es necesario que los países desarrollados contribuyan a resolver esta deuda limitando el consumo de energía no renovable" (Papa Francisco)

SANTORAL.

Santoral 

Martirio Juan el Bautista, Santo
Martirio, 29 de agosto ...

SANTORAL...

viernes, 28 de agosto de 2015

¿QUE PIENSAS SOBRE LA MISA..?


   
¿Piensas que la Misa es aburrida? Te haremos cambiar de opinión
¿Es aburrido lo que sucede en la misa, renovación del Calvario? ¿O somos nosotros quienes llevamos el aburrimiento puesto?


  
  
    
En un reciente artículo publicado en la página web de la diócesis de Nueva York, El cardenal Timothy Dolan no le duelen prendas a la hora de rebatir con energía a quienes alegan el "aburrimiento" de la misa como excusa para no asistir a ella ni siquiera cuando es obligatorio (los domingos y fiestas de guardar)
Se ha reproducido de manera íntegra su publicación en vista de la contundencia de la argumentación y los ejemplos que hay en el mismo. A continuación el artículo
¿La misa es aburrida?
“¡La misa es tan aburrida!”
¿Cuántas veces ustedes, padres, han oído a sus hijos decir estas palabras el domingo por la mañana? ¿Cuántos de ustedes, profesores y catequistas, lo escuchan cuando los preparan para la misa? Y, admitámoslo, ¿cuántas veces nos lo hemos dicho a nosotros mismos?
¿Qué decimos ante una afirmación tan desafortunada y casi sacrílega?
Bien, para empezar, simplemente respondemos: ¡No, no lo es! Tal vez encuentres que la misa sea aburrida, pero es más tu problema que un defecto de la misa.
Hay muchas actividades importantes de la vida que podemos considerar "aburridas": las visitas al dentista; los pacientes con insuficiencia renal me dicen que ir a diálisis tres veces a la semana no es nada emocionante; votar no es nada divertido. Pero las tres son importantes para nuestro bienestar y su valor no depende de nuestra euforia cuando las hacemos. La misa es, sin duda, más importante para la salud de nuestra alma que estos ejemplos.
Nuestro problema es el aburrimiento, y los comentaristas sociales dicen que hoy somos muy susceptibles al mismo, visto lo acostumbrados que estamos a titulares que duran treinta segundos o a cambiar de canal cuando el programa que estamos viendo nos hace bostezar.
Gracias a Dios, el valor de una persona o de un acontecimiento no depende de su tendencia a "aburrirnos" de vez en cuando. ¡La gente y los acontecimientos significativos no existen para entusiasmarnos, a no ser que seamos unos mocosos narcisistas y mimados!
Esto es especialmente verdad del Santo Sacrificio de la Misa. Creemos que cada Misa es la renovación del acontecimiento más importante, más crítico que ha ocurrido nunca: el sacrificio eterno, infinito de alabanza de Dios Hijo a Dios Padre, en una cruz en el Calvario, un Viernes llamado "Santo".
Si lo pensamos bien, los soldados romanos también estaban "aburridos" mientras se burlaban de Jesús y echaban los dados para ver cuál de ellos se quedaba con su túnica, la única propiedad que Él tenía.
Dos: no solemos ir a Misa para divertirnos, sino para rezar. Si las flores en el altar son bonitas; si la música es buena; si funciona el aire acondicionado; si la homilía es corta y llena de significado; si los participantes son amistosos… todo, seguramente, ayuda.
Pero la Misa funciona incluso, cuando todo lo que he dicho antes, no está, y, es triste decirlo, ¡a menudo no está!
Porque la Misa no es sobre nosotros, es sobre Dios. Y el valor de la Misa viene de nuestra simple y a la vez profunda convicción, basada en la fe, de que durante una hora el Domingo somos parte del más allá, elevados a lo eterno, partícipes del misterio, mientras nos unimos a Jesús en la acción de gracias, el amor, la expiación y el sacrificio que Él ofrece eternamente a Su Padre. Lo que Jesús hace siempre funciona y nunca es aburrido. La Misa no es una tarea rutinaria y tediosa que hacemos por Dios, sino un milagro que Jesús hace con y para nosotros.
Un señor me contó lo que significaba la comida familiar del domingo, el corazón de la semana cuando él era pequeño. ¡La comida era tan buena porque su madre cocinaba muy bien, y la mesa tan feliz porque su padre siempre estaba allí!
Incluso cuando se casó y tuvo sus propios hijos, iban a casa de sus padres para la comida dominical. Cuando sus hijos fueron más mayores le preguntaban si "tenían que ir", porque, sí, a veces la encontraban "aburrida". ¡Sí, tenéis que ir, porque no vamos por la comida, sino por amor, porque mamá y papá están ahí!
Se le llenaron los ojos de lágrimas mientras se acordaba de esto, porque cuando su madre y su padre envejecieron la comida no era tan buena ni la compañía tan chispeante, pero él nunca dejó de ir porque ese acontecimiento dominical tenía una significado muy profundo, aunque su madre quemara la lasaña y su padre diera cabezadas.
Y ahora, concluyó, daría lo que fuera para poder estar de nuevo allí, porque su madre ha fallecido y su padre está en una residencia de ancianos. Ahora son él y su mujer los anfitriones de esa comida y él espera que sus tres hijos lleven, en un futuro, a sus esposas e hijos a la comida del domingo.
Ves, el valor de la comida del domingo no depende de la bondad de la comida;de lo caro que es el vino; de lo interesante que sea la conversación. Seguramente todo esto ayuda, pero lo que tiene real valor es el acontecimiento en sí mismo.
Lo mismo sucede con la comida del Domingo de nuestra familia espiritual: la Misa.
Hay gente que piensa que un partido en el estadio de los New York Yankees es aburrido; otros piensan lo mismo de la música country; hay gente que me dice que valores como la amistad, el voluntariado, la familia, la lealtad, la generosidad y el patriotismo están pasados de moda, ya no producen entusiasmo... ¡Diría que tienen un problema!
¡Y algunos me dicen que "la misa es tan aburrida..."
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LA MISA..SECUENCIA.

LA ANUNCIACION...



 


La anunciación de W. A. Bouguereau]
La anunciación
de W. A. Bouguereau. 1888. 
Renaissance Café

El único nacimiento digno de Dios era el procedente de la Virgen; asimismo, la dignidad de la Virgen demandaba que quien naciere de ella no fuere otro que el mismo Dios. Por esto el Hacedor del hombre, al hacerse hombre, naciendo de la raza humana, tuvo que elegir, mejor dicho, que formar para sí, entre todas, una madre tal cual El sabía que había de serle conveniente y agradable
San Bernardo

SANTORAL

jueves, 27 de agosto de 2015



ANGEL...


DULZURA..

POR LAS MASCOTAS..


SEÑOR...ESTABAS CONMIGO..


Señor, estabas conmigo

Señor, estabas conmigo,
pero yo de mi mismo estaba fuera.
Y por fuera te buscaba... Estabas conmigo,
pero yo no estaba contigo.
Me mantenían alejado aquellas cosas que,
si en ti no fuesen, no existirían.
Pero me llamaste, gritaste, derrumbaste mi sordera.
Brillaste, resplandeciste, ahuyentaste mi ceguera.
Derramaste tu fragancia, la respiré y suspiro por ti.
Gusté, tuve hambre y sed.
Me tocaste y ardo en deseos de tu paz.
Que yo te conozca, Dios mío,
de modo que te ame y no te pierda.
Que me conozca a mi mismo,
de tal manera que me desapegue de mis intereses y no me busque vanamente en cosa alguna.
Que yo te ame, Dios mío, riqueza de mi alma,
de modo que esté siempre contigo.
Que muera a mi mismo y renazca en ti.
Que sólo tú seas mi verdadera vida
y mi salud perfecta para siempre. Amén

San Agustín. Confesiones X

AGOSTO 27...

SANTA MONICA


Madre, Viuda
Mónica significa: "dedicada a la oración y a la vida espiritual".
P
atrona de las mujeres casadas y modelo de las madres cristianas.


Reseña:Nació en Tagaste (África) el año 331, de familia cristiana. Muy joven, fue dada en matrimonio a un hombre llamado Patricio, del que tuvo varios hijos, entre ellos San Agustín, cuya conversión le costó muchas lágrimas y oraciones. Fue un modelo de madres; alimentó su fe con la oración y la embelleció con sus virtudes. Murió en Ostia el año 387.
 
Alcancemos la sabiduría eterna: San Agustín relata la muerte de Sta. Mónica, su madre.

LA IGLESIA venera a Santa Mónica, esposa y viuda. Su único hijo fue San Agustín, doctor de la Iglesia. Su ejemplo y oraciones por su hijo fueron decisivas. El mismo San Agustín escribe en sus Confesiones: "Ella me engendró sea con su carne para que viniera a la luz del tiempo, sea con su corazón, para que naciera a la luz de la eternidad"  Por su parte, San Agustín es la principal fuente sobre la vida de Santa Mónica, en especial sus Confesiones, lib. IX.
Mónica nació en Africa del Norte, probablemente en Tagaste, a cien kilómetros de Cartago, en el año 332.
Sus padres, que eran cristianos, confiaron la educación de la niña a una institutriz muy estricta. No les permitía beber agua entre comidas para así enseñarles a dominar sus deseos. Mas tarde Mónica hizo caso omiso de aquel entrenamiento y cuando debía traer vino de la bodega tomaba a escondidas. Cierto día un esclavo que la había visto beber y con quien Mónica tuvo un altercado, la llamó "borracha". La joven sintió tal vergüenza, que no volvió a ceder jamás a la tentación. A lo que parece, desde el día de su bautismo, que tuvo lugar poco después de aquel incidente, llevó una vida ejemplar en todos sentidos.
Cuando llegó a la edad de contraer matrimonio, sus padres la casaron con un ciudadano de Tagaste, llamado Patricio. Era éste un pagano que no carecía de cualidades, pero era de temperamento muy violento y vida disoluta. Mónica le perdonó muchas cosas y lo soportó con la paciencia de un carácter fuerte y bien disciplinado. Por su parte, Patricio, aunque criticaba la piedad de su esposa y su liberalidad para con los pobres, la respetó y, ni en sus peores explosiones de cólera, levantó la mano contra ella.
Mónica explicó su sabiduría sobre la convivencia en el hogar: "Es que cuando mi esposo está de mal genio, yo me esfuerzo por estar de buen genio. Cuando el grita, yo me callo. Y como para pelear se necesitan dos, y yo no acepto la pelea, pues… no peleamos". Esta fórmula se ha hecho célebre en el mundo y ha servido a millones de mujeres para mantener la paz en casa.
Mónica recomendaba a otras mujeres casadas, que se quejaban de la conducta de sus maridos, que cuidasen de dominar la lengua por ser esta causante en gran parte de los problemas en la casa.  Mónica, por su parte, con su ejemplo y oraciones, logró convertir al cristianismo, no sólo a su esposo, sino también a su suegra, mujer de carácter difícil, cuya presencia constante en el hogar de su hijo había dificultado aún más la vida de Mónica. Patricio murió santamente en 371, al año siguiente de su bautismo.
Tres de sus hijos habían sobrevivido, Agustín, Navigio, y una hija cuyo nombre ignoramos.  Agustín era extraordinariamente inteligente, por lo que habían decidido darle la mejor educación posible. Pero el carácter caprichoso, egoísta e indolente del joven haba hecho sufrir mucho a su madre. Agustín había sido catecúmeno en la adolescencia y, durante una enfermedad que le había puesto a las puertas de la muerte, estuvo a punto de recibir el bautismo; pero al recuperar rápidamente la salud, propuso el cumplimiento de sus buenos propósitos. Cuando murió su padre, Agustín tenía diecisiete años y estudiaba retórica en Cartago. Dos años más tarde, Mónica tuvo la enorme pena de saber que su hijo llevaba una vida disoluta y había abrazado la herejía maniquea. Cuando Agustín volvió a Tagaste, Mónica le cerró las puertas de su casa, durante algún tiempo, para no oír las blasfemias del joven. Pero una consoladora visión que tuvo, la hizo tratar menos severamente a su hijo. Soñó, en efecto, que se hallaba en el bosque, llorando la caída de Agustín, cuando se le acercó un personaje resplandeciente y le preguntó la causa de su pena. Después de escucharla, le dijo que secase sus lágrimas y añadió: "Tu hijo está contigo". Mónica volvió los ojos hacia el sitio que le señalaba y vio a Agustín a su lado. Cuando Mónica contó a Agustín el sueño, el joven respondió con desenvoltura que Mónica no tenía más que renunciar al cristianismo para estar con él; pero la santa respondió al punto: "No se me dijo que yo estaba contigo, sino que tú estabas conmigo".
Esta hábil respuesta impresionó mucho a Agustín, quien más tarde la consideraba como una inspiración del cielo. La escena que acabamos de narrar, tuvo lugar hacia fines del año 337, es decir, casi nueve años antes de la conversión de Agustín. En todo ese tiempo, Mónica no dejó de orar y llorar por su hijo, de ayunar y velar, de rogar a los miembros del clero que discutiesen con él, por más que éstos le aseguraban que era inútil hacerlo, dadas las disposiciones de Agustín. Un obispo, que había sido maniqueo, respondió sabiamente a las súplicas de Mónica: "Vuestro hijo está actualmente obstinado en el error, pero ya vendrá la hora de Dios". Como Mónica siguiese insistiendo, el obispo pronunció las famosas palabras: "Estad tranquila, es imposible que se pierda el hijo de tantas lágrimas". La respuesta del obispo y el recuerdo de la visión eran el único consuelo de Mónica, pues Agustín no daba la menor señal de arrepentimiento.
Cuando tenía veintinueve años, el joven decidió ir a Roma a enseñar la retórica. Aunque Mónica se opuso al plan, pues temía que no hiciese sino retardar la conversión de su hijo, estaba dispuesta a acompañarle si era necesario. Fue con él al puerto en que iba a embarcarse; pero Agustín, que estaba determinado a partir solo, recurrió a una vil estratagema. Fingiendo que iba simplemente a despedir a un amigo, dejó a su madre orando en la iglesia de San Cipriano y se embarcó sin ella. Más tarde, escribió en las "Confesiones": "Me atreví a engañarla, precisamente cuando ella lloraba y oraba por mí". Muy afligida por la conducta de su hijo, Mónica no dejó por ello de embarcarse para Roma; pero al llegar a esa ciudad, se enteró de que Agustín había partido ya para Milán. En Milán conoció Agustín al gran obispo San Ambrosio. Cuando Mónica llegó a Milán, tuvo el indecible consuelo de oír de boca de su hijo que había renunciado al maniqueísmo, aunque todavía no abrazaba el cristianismo. La santa, llena de confianza, pensó que lo haría, sin duda, antes de que ella muriese.
En San Ambrosio, por quien sentía la gratitud que se puede imaginar, Mónica encontró a un verdadero padre. Siguió fielmente sus consejos, abandonó algunas prácticas a las que estaba acostumbrada, como la de llevar vino, legumbres y pan a las tumbas de los mártires; había empezado a hacerlo así, en Milán, como lo hacía antes en Africa; pero en cuanto supo que San Ambrosio lo haba prohibido porque daba lugar a algunos excesos y recordaba las "parentalia" paganas, renunció a las costumbres. San Agustín hace notar que tal vez no hubiese cedido tan fácilmente de no haberse tratado de San Ambrosio. En Tagaste Mónica observaba el ayuno del sábado, como se acostumbraba en Africa y en Roma. Viendo que la práctica de Milán era diferente, pidió a Agustín que preguntase a San Ambrosio lo que debía hacer. La respuesta del santo ha sido incorporada al derecho canónico: "Cuando estoy aquí no ayuno los sábados; en cambio, ayuno los sábados cuando estoy en Roma. Haz lo mismo y atente siempre a la costumbre de la iglesia del sitio en que te halles". Por su parte, San Ambrosio tenía a Mónica en gran estima y no se cansaba de alabarla ante su hijo. Lo mismo en Milán que en Tagaste, Mónica se contaba entre las más devotas cristianas; cuando la reina madre, Justina, empezó a perseguir a San Ambrosio, Mónica fue una de las que hicieron largas vigilias por la paz del obispo y se mostró pronta a morir por él.
Finalmente, en agosto del año 386, llegó el ansiado momento en que Agustín anunció su completa conversión al catolicismo. Desde algún tiempo antes, Mónica había tratado de arreglarle un matrimonio conveniente, pero Agustín declaró que pensaba permanecer célibe toda su vida. Durante las vacaciones de la época de la cosecha, se retiró con su madre y algunos amigos a la casa de verano de uno de ellos, que se llamaba Verecundo, en Casiciaco. El santo ha dejado escrita en sus "confesiones" algunas de las conversaciones espirituales y filosóficas en que pasó el tiempo de su preparación para el bautismo. Mónica tomaba parte en esas conversaciones, en las que demostraba extraordinaria penetración y buen juicio y un conocimiento poco común de la Sagrada Escritura. En la Pascua del año 387, San Ambrosio bautizó a San Agustín y a varios de sus amigos. El grupo decidió partir al Africa y con ese propósito, los catecúmenos se trasladaron a Ostia, a esperar un barco. Pero ahí se quedaron, porque la vida de Mónica tocaba a su fin, aunque sólo ella lo sabía. Poco antes de su última enfermedad, había dicho a Agustín: "Hijo, ya nada de este mundo me deleita. Ya no sé cual es mi misión en la tierra ni por qué me deja Dios vivir, pues todas mis esperanzas han sido colmadas. Mi único deseo era vivir hasta verte católico e hijo de Dios. Dios me ha concedido más de lo que yo le había pedido, ahora que has renunciado a la felicidad terrena y te has consagrado a su servicio". 
En Ostia se registran los últimos coloquios entre madre e hijo, de los que podemos deducir la gran nobleza de alma de esta incomparable mujer, de no común inteligencia ya que podía intercambiar pensamientos tan elevados con Agustín: "Sucedió, escribe en el capítulo noveno de las Confesiones, que ella y yo nos encontramos solos, apoyados en la ventana, que daba hacia el jardín interno de la casa en donde nos hospedábamos, en Ostia. Hablábamos entre nosotros, con infinita dulzura, olvidando el pasado y lanzándonos hacia el futuro, y buscábamos juntos, en presencia de la verdad, cual sería la eterna vida de los santos, vida que ni ojo vio ni oído oyó, y que nunca penetró en el corazón del hombre".
Lo último que pidió a sus dos hijos fue que no se olvidaran de rezar por el descanso de su alma.
Mónica había querido que la enterrasen junto a su esposo. Por eso, un día en que hablaba con entusiasmo de la felicidad de acercarse a la muerte, alguien le preguntó si no le daba pena pensar que sería sepultada tan lejos de su patria. La santa replicó: "No hay sitio que esté lejos de Dios, de suerte que no tengo por qué temer que Dios no encuentre mi cuerpo para resucitarlo". Cinco días más tarde, cayó gravemente enferma. Al cabo de nueve días de sufrimientos, fue a recibir el premio celestial, a los cincuenta y cinco años de edad. Era el año 387. Agustín le cerró los ojos y contuvo sus lágrimas y las de su hijo Adeodato, pues consideraba como una ofensa llorar por quien había muerto tan santamente. Pero, en cuanto se halló solo y se puso a reflexionar sobre el cariño de su madre, lloró amargamente. El santo escribió: "Si alguien me critica por haber llorado menos de una hora a la madre que lloró muchos años para obtener que yo me consagre a Ti, Señor, no permitas que se burle de mí; y, si es un hombre caritativo, haz que me ayude a llorar mis pecados en Tu presencia". En las "Confesiones", Agustín pide a los lectores que rueguen por Mónica y Patricio. Pero en realidad, son los fieles los que se han encomendado, desde hace muchos siglos, a las oraciones de Mónica, patrona de las mujeres casadas y modelo de las madres cristianas.
Se cree que las reliquias de la santa se conservan en la iglesia de S. Agostino.

SANTORAL

miércoles, 26 de agosto de 2015

JUAN PABLO

EL LLAMADO...

DIOS NUESTRA AYUDA..

TOTALMENTE DE ACUERDO....

SABIAS PALABRAS...

PARA

EVANGELIO...

Diálogo introductorio con Jesús
Mi Señor, comienzo este día, poniendo todos mis proyectos en tus manos ¿a quién he de temer? Tú eres mi roca y mi fortaleza. Aunque haya tenido días duros, llenos de problemas y adversidades, con tu gracia, has sabido mostrarme momentos de bendición y de triunfos. Hoy te pido que me llenes de tu gozo y tu alegría. Confío en tu ayuda y que en todo momento te encuentras listos para darme una mano amiga cuando lo necesite. En tu nombre soy capaz de enfrentarlos y vencerlos y usar cada situación en mi propio beneficio. Me has capacitado para hacer grandes cosas. Confío en que en este momento me acompañas. En tu nombre, salgo a conquistar terrenos de soledad y convertirlos en terrenos de bondad y amor para Ti. Esto podré lograrlo con tu poderosa presencia. Amen.
Evangelio del día: ¡La vida del corrupto es una podredumbre barnizada!
San Mateo 23,27-32 (XXI miércoles tiempo ordinario): Por fuera parecen justos pero por dentro están llenos de hipocresía y de iniquidad
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Del Santo Evangelio según San Mateo 23,27-32
La hipocresía de los fariseos: En aquel tiempo, Jesús dijo a los escribas y fariseos: "¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, que parecen sepulcros blanqueados: hermosos por fuera, pero por dentro llenos de huesos de muertos y de podredumbre! Así también son ustedes: por fuera parecen justos delante de los hombres, pero por dentro están llenos de hipocresía y de iniquidad. ¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, que construyen los sepulcros de los profetas y adornan las tumbas de los justos, diciendo: "Si hubiéramos vivido en el tiempo de nuestros padres, no nos hubiéramos unido a ellos para derramar la sangre de los profetas"! De esa manera atestiguan contra ustedes mismos que son hijos de los que mataron a los profetas. ¡Colmen entonces la medida de sus padres!" Palabra del Señor
Reflexión del Papa Francisco
La doble vida de un cristiano hace tanto mal, tanto mal. "¡Pero, yo soy un benefactor de la Iglesia! Meto la mano en el bolsillo y doy a la Iglesia". Pero con la otra mano, roba: al Estado, a los pobres… roba. Es un injusto. Ésta es doble vida. Y esto merece – lo dice Jesús, no lo digo yo – que le pongan en el cuello una muela de molino y sea arrojado al mar. No habla de perdón, aquí.

Y esto, porque esta persona engaña, ¿y donde está el engaño?, no está el Espíritu de Dios. Ésta es la diferencia entre pecador y corrupto. Quien conduce una doble vida es un corrupto. Diferente es quien peca y quisiera no pecar, pero es débil y va a lo del Señor y pide perdón: ¡a ese el Señor lo quiere! Lo acompaña, y está con él. 
Y nosotros debemos decirnos pecadores, sí, ¡todos, aquí, eh!, todos lo somos. Corruptos.
El corrupto está fijo en un estado de suficiencia, no sabe qué cosa es la humildad. Jesús, a estos corruptos, les decía: «La belleza de ser sepulcros blanqueados, que parecen bellos, por afuera, pero dentro están llenos de huesos muertos y de putrefacción». Y un cristiano que se vanagloria de ser cristiano, pero que no hace vida de cristiano, es uno de estos corruptos. […]
Todos conocemos a alguien que está en esta situación, ¡y cuánto mal hacen a la Iglesia! Cristianos corruptos, sacerdotes corruptos… ¡Cuánto mal hace a la Iglesia! Porque no viven en el espíritu del Evangelio, sino en el espíritu de la mundanidad”.

[...] Una podredumbre barnizada: ésta es la vida del corrupto. Y Jesús no les decía sencillamente «pecadores» a estos, les decía: «hipócritas»... Pidamos hoy la gracia al Espíritu Santo que nos ahuyente de todo engaño, pidamos la gracia de reconocernos pecadores: somos pecadores. Pecadores, sí. Corruptos, no. (Homilía en Santa Marta, 11 de noviembre de 2013)

Diálogo con Jesús
Señor mío, me despierto contento porque me siento protegido bajo tu poderoso brazo sanador y tu aliento de vida que me llena de fortaleza y sabiduría para emprender este día. Te pido que toques mi corazón y lo hagas coherente en mi caminar como un fiel seguidor de tu amor. Dame la fuerza necesaria para vivir con intensidad tu Palabra y ponerla en armonía con mis acciones, para pensar lo que digo, hacer lo que me propongo, decir lo que pienso, obrar según tu voluntad. Quiero aprender a decir ¡no! a aquello que me llena de angustia y me lleva por caminos de perdición. Quiero decir ¡no! a todo eso que me separa de Ti. Quiero aprender a caminar por senderos de sinceridad, alejado completamente de la hipocresía, que tanto mal hace a tu obra salvadora y que puede convertirme en un falso testigo de tu bondad.  Ven a mi vida y ayúdame a ser transparente, a reflejar por todos los ángulos que eres Tú quien habita en mí y me llenas de gozo. Sé que estás allí para guiarme y capacitarme con los mejores talentos para seguir adelante. Me siento preparado para enfrentar los retos con la mejor actitud, porque sé que tu mano me auxilia siempre en las caídas y tropiezos. Gracias por confiar en mí. Gracias por tu amor. Amén
Propósito para hoy: 
Revisaré mi armario y veré cual par de zapatos no uso casi y que esté en buenas condiciones y donarlo a alguien que los necesite
Reflexionemos juntos esta frase:
"Un problema particularmente serio es el de la calidad del agua disponible para los pobres" (Papa Francisco)