lunes, 12 de septiembre de 2016

 Jesús .

El Cristianismo junto con el Islam y el Judaísmo es una de las religiones monoteístas más difundidas del mundo. Con un claro origen Semita, el Cristianismo propone a Jesús de Nazaret como su creador y figura destacada.

Para la mayoría de las diversas confesiones cristianas, Jesús, es el hijo de Dios pero también su encarnación en la tierra, porque Dios lo ha enviado para que cumpla con una misión fundamental: morir como humano y luego resucitar, para de esta manera redimir al hombre del pecado original.

Por todo lo antedicho entonces, Jesús es la figura central del Cristianismo pero también está considerado como uno de los personajes más influyentes de la cultura occidental.

Todo lo que sabemos hoy de Jesús es producto casi absoluto de la tradición cristiana que posteriormente y poco a poco fue recuperando las vivencias de Jesús en la tierra. En los Evangelios del Nuevo Testamento, Evangelio de Mateo, Evangelio de Marcos, Evangelio de Lucas, Hechos de los Apóstoles y el Evangelio de Juan, todos aquellos que quieran conocer vida, obra y misión de Jesús en la tierra, podrán encontrarse con una precisa y abundante información para conocer en profundidad a uno de los hombres más importantes del mundo.

Además de las diferentes referencias históricas y de la visión pormenorizada que de la figura de Jesús nos ofrecen, los mencionados Evangelios son una fiel expresión de aquello que constituye la fe cristiana.

Conocido además como Cristo y Jesucristo, Jesús, vivió en las regiones de Galilea y Judea aproximadamente entre los años 6 y 4 A.C. y hasta el 30-36 D.C. fue hijo de María y de José e inmediatamente cuando ya se encontró con la suficiente edad comenzó a predicar por toda su tierra natal la llegada del Reino de Dios. Pero aunque comenzó prácticamente solo, de a poco, se fueron sumando fieles seguidores, los doce apóstoles, que serían no solamente testigos de sus enseñanzas sino también de los milagros.
En una de sus tantas misiones evangélicas, Jesús se dirigió a Jerusalén con los apóstoles para celebrar la fiesta de la Pascua y será justamente la cena de Pascua la que marcará para los cristianos el comienzo de la misión redentora de Jesús, porque en esa cena será traicionado por uno de sus apóstoles, Judas, Jesús hasta se lo anuncia a todos frente a frente y luego de ello será arrestado y crucificado. A los pocos días de su muerte, 3 días, Jesús resucita de entre los muertos y se les aparecerá a varios de sus discípulos para que promuevan la buena nueva por el mundo entero.

Fuera del Cristianismo, Jesús, también ostenta una presencia importante, aunque por supuesto no tan determinante como la mencionada en el Cristianismo. El Judaísmo, por ejemplo, niega absolutamente su divinidad y lo considera absolutamente incompatible con su concepción sobre Dios; en contraposición con el Cristianismo, el judaísmo no ve a Jesús como el Mesías sino que todavía lo está esperando. Y para el Islam Jesús, conocido como Isa, ha sido uno de los profetas más relevantes junto a Moisés, Abraham y Noé.

Respecto de sus señas físicas, no existen documentos que nos las demuestren, solamente nos podemos guiar por los indicios que destacó el arte cristiano oportunamente y que lo ha pintado como un hombre alto, delgado y de pelo largo llovido. La mayoría de sus representaciones lo muestran a instancias de su acto más importante: la crucifixión, llevando una corona de espinas en la parte superior de la cabeza y crucificado sobre una cruz.

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