Una de las fiestas mas sonadas del mundo tiene lugar estos días, con actividades de ocio, fiestas, encierros, música, toros… y algún que otro susto.
Pero, ¿Quién es san Fermín y porqué se celebra? La tradición cuenta que el presbítero Honesto llegó a la Pamplona romana en el siglo III enviado por San Saturnino para evangelizarla, y que el senador Firmo se convirtió al cristianismo junto con toda su familia. Su hijo Fermín fue bautizado por San Saturnino en el lugar que hoy se conoce como el “pocico de San Cernin” y ordenado sacerdote en Toulouse (Francia). Volvió a Pamplona como obispo y murió decapitado en Amiens, lugar donde bautizó a más de 3.000 personas.
Según la tradición, San Fermín fue el primer obispo de Pamplona, aunque su culto no consta documentalmente hasta el siglo XII, importado de Amiens en cuyas letanías figuraba desde el siglo VIII. Actualmente es co-patrón de Navarra junto a San Francisco Javier y patrón de las cofradías de boteros, vinateros y panaderos.
Por tanto, el culto a San Fermín es anterior a la celebración de los Sanfermines, y su imagen sigue siendo el eje principal sobre el que gira esta fiesta universal.
La fiesta de los sanfermines tienen un origen que se remonta varios siglos, aunque su fama mundial es un fenómeno reciente, vinculada también a la difusión que les dio Ernest Hemingway; se trata de unas fiestas singulares y, sin duda, el acontecimiento por el que más se conoce a Pamplona en el mundo. Una fiesta con una fisonomía actual, cosmopolita y multitudinaria.
Tres celebraciones independientes están en su origen:
- Los actos religiosos en honor a San Fermín
- Las ferias comerciales
- Las corridas de toros
La Iglesia celebraba el 10 de octubre la festividad de San Fermín, patrono de Navarra, pero cansados de las inclemencias climatológicas del otoño, el Ayuntamiento de Pamplona solicitó al obispo en 1591 trasladar la celebración al 7 de julio, a lo que el prelado accedió. En aquella fecha se celebraban ferias en Pamplona con corridas de toros. De esta forma, se produjo la coincidencia entre la celebración religiosa y el bullicio ferial, en el que los toros jugaban un papel esencial.
Los festejos comienzan con el lanzamiento del chupinazo (cohete) desde el balcón del Ayuntamiento de Pamplona a las 12 del mediodía del 6 de julio y terminan a las 24 h del 14 de julio con el “Pobre de mí”, una canción de despedida.
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