domingo, 31 de mayo de 2015
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Preparación para la Confesión
¿Qué es el Sacramento de la Penitencia (Reconciliación)?
La Penitencia es el Sacramento en el cual los pecados hechos después del bautismo son perdonados. Es un Sacramento para sanar las heridas ocasionadas por pecado. También debería enseñarnos como evitar todo pecado. Este (San Juan 20:21) (San Mateo 16:18) por medio los sacerdotes.
Oración antes de la Confesión
Oh, Espíritu Santo, fuente de toda luz, ven a mi presencia y concédeme hacer una buena confesión. Ilumíname, y ayúdame a ver mis pecados, porque un día tendré que reconocerlos ante el tribunal de Cristo. Que pueda recordar lo mal que he hecho, y lo bien que he dejado de hacer. Concédeme, además, dolor de corazón por mis pecados, y la gracia de una confesión sincera, para que yo pueda ser perdonado y sea llevado a Tu eterna amistad. María, Madre mía, ruega por mí, para que yo haga una buena confesión. (Ave María, 3 veces)
EXAMEN DE CONCIENCIA
Los Diez Mandamientos
1) Amarás al Señor tu Dios sobre todas las cosas. Yo, el Señor, soy tu Dios. No habrá para ti otros dioses delante de mí.
El primer mandamiento prohíbe adorar a los dioses falsos, creer en adivinos o en la astrología. Pecamos contra el primer mandamiento cuando reemplazamos a Dios con alguien o alguna cosa, como los deportes, la TV, las personas, los alimentos, las posesiones, el Internet, la radio, el sexo, el alcohol o las drogas. Al no respetar a las personas, lugares y cosas relacionadas especialmente con Dios, por el ateísmo, la herejía y el cisma, por faltar a Misa los domingos y los Días Festivos de Obligación. Incluye también al faltar a aprender las verdades de Dios y salir de la Iglesia Católica de Dios (cuando hemos creído que es completamente fiel en enseñar las verdades de Dios a todos los hombres como Su plan de salvación). Demostramos gran honor al nombre de Dios cuando lo invocamos con reverencia en nuestras oraciones y cuando lo adoramos.
2) No tomarás el nombre de Dios en vano.
El segundo mandamiento prohíbe todos los juramentos falsos, imprudentes, innecesarios e injustos; la blasfemia, maldiciones, y palabras profanas (por ej. malas palabras, groserías y maldecir el Santo Nombre de Dios).
3) Santificarás las fiestas. Recuerda el día del sábado para santificarlo.
El tercer mandamiento nos obliga escuchar la Misa los domingos y los Días Festivos de Obligación y prohíbe todo trabajo innecesario y servil los domingos. Al descansar de nuestro trabajo normal, es más fácil reunirnos con la familia y con otros cristianos para celebrar el domingo.
4) Honra a tu padre y a tu madre.
El cuarto mandamiento prohíbe toda la desobediencia, desprecio y terquedad en contra de nuestros padres o superiores legales, (por ej. replicar a nuestros padres y a profesores, ser desobediente con toda autoridad a menos que haya pecado implicado). Demostramos amor a nuestros semejantes cuando obedecemos a las autoridades legales, ya sean del país, de la sociedad civil, o de la Iglesia. Aun la autoridad del gobierno civil viene de Dios. San Pablo escribió: “Todos deben someterse a las autoridades constituidas, porque no hay autoridad que no provenga de Dios y las que existen han sido establecidas por El. En consecuencia, el que resiste a la autoridad se opone al orden establecido por Dios, atrayendo sobre sí la condenación.” (Romanos 13:1-2).
5) No matarás.
El quinto mandamiento prohíbe todo el asesinato deliberado, lucha, cólera, odio, venganza, mal ejemplo, aborto y anticonceptivos ilegales. Cristo vino para darnos la vida, no para quitarla. Todos los seguidores de Cristo deben de oponerse a lo que tiene tendencia a destruir o a abusar la vida humana: asesinato, suicidio, aborto, eutanasia, abuso de las drogas, embriaguez, peleas y cólera. “Todo aquel que aborrece a su hermano es homicida.” (1 Juan 3:15)
6) No cometerás adulterio.
7) No robarás.
Pecamos al ser indiferentes hacia las necesidades de los demás, al violar los derechos de otros, al robar, al dañar deliberadamente la reputación o la propiedad de los demás, al hacer trampa, engañar, en no pagar las deudas, o al discriminar sin justificación a alguien.
8) No levantarás falsos testimonios, ni mentirás.
El octavo mandamiento prohíbe todo el juicio imprudente, difamación, chisme, y las mentiras. Exagerar los defectos de otros, inventar cuentos sobre alguien o dañar la reputación de alguna persona, todos son pecados contra el octavo mandamiento. “Que no injurien a nadie y sean amantes de la paz, que sean benévolos y demuestren una gran humildad con todos los hombres.” (Tito 3:2)
9) No codiciarás la mujer de tu prójimo.
Los mandamientos sexto y noveno prohíben los pensamientos o deseos impuros hacia el marido o la esposa de otra persona; toda impureza y toda falta de modestia al hablar, miradas, pensamientos, diversiones amorales, acciones, o la ropa que lleva puesta. El uso de la facultad sexual es un derecho y privilegio de los que están legalmente casados. Por lo tanto, el adulterio, la fornicación (tener relaciones sexuales antes del casamiento), la masturbación, la pornografía, la diversión indecente, los actos de impureza y un deseo completamente deliberado de cometer estos actos esta seriamente mal y es pecado contra el sexto y el noveno mandamiento. “Pero yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón.” (San Mateo 5: 27-28)
10) No codiciarás los bienes de tu prójimo.
El décimo mandamiento prohíbe todos los deseos de quitar o quedarse ilícitamente lo que pertenece a otro. Todos los bienes de este mundo vienen del buen Dios. El ha puesto suficientes bienes a la disposición de la humanidad. Los bienes materiales que Dios nos da no son para nosotros solos, El nos los dio para que sean compartidos con los más necesitados, especialmente los desamparados. Otros pecados contra el décimo mandamiento son - el fraude, dañar la propiedad de otros, no pagar deudas, no hacer un esfuerzo de encontrar al dueño de algo que usted encontró, privar a un trabajador de salario justo, malgastar el tiempo y el dinero, privar a la familia del dinero necesitado, perdiéndolo en el juego, bebida y toda clase de necesidades absurdas.
Los Siete Pecados Cardinales
Son el orgullo, la codicia, la lujuria, la cólera, la glotonería, la envidia y la pereza.
¿Qué es necesario hacer una buena confesión?
A) Examinar la conciencia.
B) Confesar todos pecados, aun los pecados veniales.
C) Dolor del pecado (el deseo de no cometer jamás el mismo pecado).
D) Firme resolución de nunca más ofender a Dios.
E) Confesar nuestros pecados al sacerdote. (Diga todos los pecados mortales que usted ha cometido y cuántas veces lo ha hecho que pueda recordar).
F) Decir la penitencia que el sacerdote nos da.
Método de Confesarse
Entre en el confesionario, comience con la señal de la cruz, con una voz baja moderada, diga: Bendígame Padre porque he pecado. Confieso al Dios todopoderoso, y a usted Padre. Hace (cuanto tiempo) que no voy a confesarme.
Confiese todos sus pecados. Escuche el sacerdote, conteste a todas las preguntas. Preste atención a la penitencia que el le da. Mientras que el sacerdote recita la Absolución, diga su Acto de Contrición. El sacerdote dirá: “Vete, y no peques más.”
Acto de Contrición
Oh Dios Mío, estoy sinceramente arrepentido de haberte ofendido, porque temo la pérdida del cielo y la pena del infierno, pero sobretodo porque te he ofendido, Tú que eres infinitamente bueno y mereces todo mi amor. Resuelvo firmemente, con la ayuda de Tu gracia, confesar mis pecados, cumplir la penitencia y enmendar mi vida. Amén.
Llama a tu Ángel y con devoción y agradecimiento dale estas instrucciones.
Esta oración muy especial fue escrita por una mujer devota llamada Ruth Merz de Cincinnati, Ohio. Ruth era la madre de ocho hijos a quien le fue diagnosticado un cáncer. No le era posible asistir a la misa debido a su enfermedad, y escribió esta oración maravillosa.
Esperamos que sus palabras transmitan un significado especial para aquellos que están enfermos y a sus amigos y familiares que cuidan de ellos.
Oh Santo Ángel a mi lado
Ve a la iglesia por mí.
Arrodíllate en mi lugar en la Santa Misadonde deseo estar.
En el ofertorio, toma todo lo que soy y tengo
y colócalo como un sacrificio sobre el trono del altar.
En la sagrada consagración,
adora con amor seráfico a mi Jesús escondido en la Hostia,
bajado desde el cielo.
Ora por aquellos que me aman entrañablemente,
y por los que me causan dolor,
que la sangre de Jesús pueda limpiar todos los corazones que sufren
y dé alivio a las almas.
Cuando el sacerdote tome la Comunión tráeme a mi Señor,
que su dulce corazón pueda estar en el mío y yo ser su templo.
Ora para que el divino sacrificio pueda borrar todos los pecados del hombre.
Luego tráeme a casa la bendición de Jesús.
La promesas de todas las gracias.
Amén
Salmo 32 (33),4-6.9.18-22. Domingo 31 de Mayo de 2015. SOLEMNIDAD DE LA SANTÍSIMA TRINIDAD
Salmo 32 (33), 4-6.9.18-22. Domingo 31 de Mayo de 2015.
SOLEMNIDAD DE LA SANTÍSIMA TRINIDAD
“DICHOSO EL PUEBLO ESCOGIDO POR DIOS”.
Pues recta es la palabra del Señor,
y verdad toda obra de sus manos.
El ama la justicia y el derecho,
y la tierra está llena de su gracia.
Por su palabra surgieron los cielos,
y por su aliento todas las estrellas.
pues él habló y todo fue creado,
lo ordenó y las cosas existieron.
Está el ojo del Señor sobre los que le temen,
y sobre los que esperan en su amor,
para arrancar sus vidas de la muerte
y darles vida en momentos de hambruna.
En el Señor nosotros esperamos,
él es nuestra defensa y nuestro escudo;”
en él se alegra nuestro corazón,
en su santo nombre tenemos confianza.
Venga, Señor, tu amor sobre nosotros,
como en ti pusimos nuestra confianza.
y verdad toda obra de sus manos.
El ama la justicia y el derecho,
y la tierra está llena de su gracia.
Por su palabra surgieron los cielos,
y por su aliento todas las estrellas.
pues él habló y todo fue creado,
lo ordenó y las cosas existieron.
Está el ojo del Señor sobre los que le temen,
y sobre los que esperan en su amor,
para arrancar sus vidas de la muerte
y darles vida en momentos de hambruna.
En el Señor nosotros esperamos,
él es nuestra defensa y nuestro escudo;”
en él se alegra nuestro corazón,
en su santo nombre tenemos confianza.
Venga, Señor, tu amor sobre nosotros,
como en ti pusimos nuestra confianza.
PALABRA DE DIOS.- TE ALABAMOS, SEÑOR
Biblia Latinoamericana / se toma como guía el misal Católico: Asamblea Eucarística.
sábado, 30 de mayo de 2015
Salmo 18 (19), 7-10. Sábado 30 de Mayo de 2015. MISA VOTIVA DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA REINA DE LOS APÓSTOLES.
Salmo 18 (19), 7-10. Sábado 30 de Mayo de 2015.
MISA VOTIVA DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA REINA DE LOS APÓSTOLES
“LOS MANDAMIENTOS DEL SEÑOR ALEGRAN EL CORAZÓN”.
La ley del Señor es perfecta,
es remedio para el alma,
toda declaración del Señor es cierta
y da al sencillo la sabiduría.
Las ordenanzas del Señor son rectas
y para el corazón son alegría.
Los mandamientos del Señor son claros
y son luz para los ojos.
El temor del Señor es un diamante,
que dura para siempre;
los juicios del Señor son verdad,
y todos por igual se verifican.
Son más preciosos que el oro,
valen más que montones de oro fino;
más que la miel es su dulzura,
más que las gotas del panal.
es remedio para el alma,
toda declaración del Señor es cierta
y da al sencillo la sabiduría.
Las ordenanzas del Señor son rectas
y para el corazón son alegría.
Los mandamientos del Señor son claros
y son luz para los ojos.
El temor del Señor es un diamante,
que dura para siempre;
los juicios del Señor son verdad,
y todos por igual se verifican.
Son más preciosos que el oro,
valen más que montones de oro fino;
más que la miel es su dulzura,
más que las gotas del panal.
Biblia Latinoamericana / se toma como guía el misal Católico: Asamblea Eucarística.
Ecce ancilla Domini
María pertenecía a esa parte del pueblo de Israel que en el tiempo de Jesús esperaba con todo su corazón la venida del Salvador… pero no podía imaginar cómo se realizaría esa venida. Quizá esperaba una venida en la gloria. Por eso fue tan sorprendente para ella el momento en el que el arcángel Gabriel entró en su casa y le dijo que el Señor, el Salvador, quería encarnarse en ella, de ella, quería realizar su venida a través de ella. Podemos imaginar la conmoción de la Virgen. María, con una gran acto de fe y de obediencia, dijo “si”: “He aquí la esclava del Señor”. Así se convirtió en “morada” del Señor, en verdadero “templo” en el mundo y en “puerta” por la que el Señor entró en la tierra.
viernes, 29 de mayo de 2015
Evangelio San Marcos 11,11-26. Viernes 29 de Mayo de 2015.
MISA DE LA DIVINA MISERICORDIA
“MI CASA SERÁ CASA DE ORACIÓN PARA TODOS LOS PUEBLOS. TENGAN FE EN DIOS”.
Entró Jesús en Jerusalén y se fue al Templo. Observó todo a su alrededor y, siendo ya tarde, salió con los Doce para volver a Betania.
Al día siguiente, cuando salían de Betania, sintió hambre.
A lo lejos divisó una higuera llena de hojas, y fue a ver si encontraba algo en ella. Se acercó, pero no encontró más que hojas, pues todavía no era tiempo de higos.
Entonces Jesús dijo a la higuera: “¡Que nadie coma fruto de ti nunca jamás!” Y sus discípulos lo oyeron.
Llegaron a Jerusalén, y Jesús fue al Templo. Comenzó a echar fuera a los que se dedicaban a vender y a comprar dentro del recinto mismo. Volcaba las mesas de los que cambiaban dinero y los puestos de los vendedores de palomas,
y no permitía a nadie transportar cosas por el Templo.
Luego se puso a enseñar y les dijo: “¿No dice Dios en la Escritura: Mi casa será llamada casa de oración para todas las naciones? ¡Pero ustedes la han convertido en una guarida de ladrones!”
Los jefes de los sacerdotes y los maestros de la Ley se enteraron de lo ocurrido y pensaron deshacerse de él; le tenían miedo al ver el impacto que su enseñanza producía sobre el pueblo.
Cada día salían de la ciudad al anochecer.
Cuando pasaban de madrugada, los discípulos vieron la higuera, que estaba seca hasta la raíz.
Pedro se acordó, y dijo a Jesús: “Maestro, mira, la higuera que maldijiste se ha secado.
Jesús respondió: “Tengan fe en Dios.
Yo les aseguro que el que diga a ese cerro: ¡Levántate de ahí y arrójate al mar!, si no duda en su corazón y cree que sucederá como dice, se le concederá.
Por eso les digo: todo lo que pidan en la oración, crean que ya lo han recibido y lo obtendrán.
Y cuando se pongan de pie para orar, si tienen algo contra alguien, perdónenlo,
para que su Padre del Cielo les perdone también a ustedes sus faltas.
Al día siguiente, cuando salían de Betania, sintió hambre.
A lo lejos divisó una higuera llena de hojas, y fue a ver si encontraba algo en ella. Se acercó, pero no encontró más que hojas, pues todavía no era tiempo de higos.
Entonces Jesús dijo a la higuera: “¡Que nadie coma fruto de ti nunca jamás!” Y sus discípulos lo oyeron.
Llegaron a Jerusalén, y Jesús fue al Templo. Comenzó a echar fuera a los que se dedicaban a vender y a comprar dentro del recinto mismo. Volcaba las mesas de los que cambiaban dinero y los puestos de los vendedores de palomas,
y no permitía a nadie transportar cosas por el Templo.
Luego se puso a enseñar y les dijo: “¿No dice Dios en la Escritura: Mi casa será llamada casa de oración para todas las naciones? ¡Pero ustedes la han convertido en una guarida de ladrones!”
Los jefes de los sacerdotes y los maestros de la Ley se enteraron de lo ocurrido y pensaron deshacerse de él; le tenían miedo al ver el impacto que su enseñanza producía sobre el pueblo.
Cada día salían de la ciudad al anochecer.
Cuando pasaban de madrugada, los discípulos vieron la higuera, que estaba seca hasta la raíz.
Pedro se acordó, y dijo a Jesús: “Maestro, mira, la higuera que maldijiste se ha secado.
Jesús respondió: “Tengan fe en Dios.
Yo les aseguro que el que diga a ese cerro: ¡Levántate de ahí y arrójate al mar!, si no duda en su corazón y cree que sucederá como dice, se le concederá.
Por eso les digo: todo lo que pidan en la oración, crean que ya lo han recibido y lo obtendrán.
Y cuando se pongan de pie para orar, si tienen algo contra alguien, perdónenlo,
para que su Padre del Cielo les perdone también a ustedes sus faltas.
PALABRA DEL SEÑOR.- GLORIA A TÍ, SEÑOR JESÚS.
Biblia Latinoamericana / se toma como guía el misal Católico: Asamblea Eucarística.
29 de Mayo
San Maximino
Maximino nació al comienzo del siglo IV el Poitiers (Aquitania), al sudoeste de la antigua Galia. Provenía de un hogar muy piadoso.
La santidad de Agricio, obispo de Tréveris, llevó a Maximino a dejar el suelo natal e ir en busca de aquel prelado, para recibir lecciones de religión, ciencias y humanidades. El santo reconoció en el recién llegado una lúcida inteligencia y un firme amor a la doctrina católica, razón por la cual le confirió las sagradas órdenes. En el ejercicio de estas funciones hizo en breve tiempo notables progresos.
Al morir Agricio, conocidos por el pueblo los atributos de Maximino, por voluntad unánime éste fue su sucesor, ocupando la cátedra de Tréveris en el año 332.
Perturbaba en aquel tiempo en la Iglesia el arrianismo, doctrina que negaba la unidad y consustancialidad en las tres personas de la santísima Trinidad; según ellos el Verbo habría sido creado de la nada y era muy inferior al Padre. El Verbo encarnado era Hijo de Dios, pero por adopción.
Contra esta interpretación, que disminuía el misterio de la encarnación y el de la redención del hombre, se levantó Atanasio, obispo de Alejandría, que se había de constituir en el campeón de la ortodoxia.
Reinaba entonces el emperador Constantino el Grande, a quien los herejes engañaron acumulando calumnias sobre Atanasio, y así lograron que lo desterraste a Tréveris en el año 336. Allí Maximino lo recibió con evidencias de la veneración que le profesaba y trató por todos los medios de suavizar la situación del desterrado. Lo mismo hizo con Pablo, obispo de Constantinopla, también forzado a ir a Tréveris después de un remedo de sínodo arriano. Al morir Constantino, el hijo mayor, Constantino el Joven, su sucesor en Occidente, devolvió a Atanasio la sede de Alejandría.
En el año 345, Maximino concurrió al concilio de Milán, donde los arrianos, cuyo jefe era Eusebio de Nicomedia, fueron otra vez condenados. Considerado indispensable para cimentar la paz de la Iglesia celebrar un nuevo concilio ecuménico. Maximino lo propuso al emperador Constante; éste, hallándolo conveniente, escribió a su hermano Constantino, concertándose para tal reunión la ciudad de Sárdica (hoy Sofía, capital de Bulgaria).
Los arrianos quisieron atraer al emperador a su secta y justificar la conducta seguida contra Atanasio. Pero Maximino alertó al emperador, defendiendo así al obispo sin culpa; y Atanasio fue nuevamente restablecido.
Vuelto a su Iglesia, Maximino hizo frente a las necesidades, socorriendo a los pobres. Su familia residía en Poitiers y allá fue a visitarlos, pero murió al poco tiempo en esa ciudad, en el año 349. La fecha de hoy recuerda la traslación de sus reliquias a Tréveris.
Otros Santos cuya fiesta se celebra hoy: Santos: Restituta, Sinisio o Sisinio, Martirio, Alejandro, Conón, Teodosia,
Gencio, Andrés, Amón, Sofía, mártires; Máximo, obispo; Eleuterio, confesor; Voto, Félix, eremitas.
Gencio, Andrés, Amón, Sofía, mártires; Máximo, obispo; Eleuterio, confesor; Voto, Félix, eremitas.
jueves, 28 de mayo de 2015
…et in hora mortis nostrae
“No temas” María nos dice esta palabra también a nosotros… nuestro mundo actual es un mundo de miedos: miedo a la miseria y a la pobreza, miedo a las enfermedades y a los sufrimientos, miedo a la soledad y a la muerte. En nuestro mundo tenemos un sistema de seguros muy desarrollados. Está bien que existan. Pero sabemos que en el momento del sufrimiento profundo, en el momento de la última soledad, de la muerte, ningún seguro podrá protegernos. El único seguro valido en esos momentos es el que nos viene del Señor, que nos dice también a nosotros: “No temas, yo estoy siempre contigo”. Podemos caer, pero al final caemos en las manos de Dios, y las manos de Dios son buenas manos.
Del libro del Profeta Isaías 52,13-53,12. Jueves 28 de Mayo de 2015. FIESTA DE JESUCRISTO, SUMO Y ETERNO SACERDOTE.
Del libro del Profeta Isaías 52, 13-53,12. Jueves 28 de Mayo de 2015.
FIESTA DE JESUCRISTO, SUMO Y ETERNO SACERDOTE.
“ÉL FUÉ TRASPASADO POR NUESTROS CRÍMENES”.
Ahora llega para mi servidor la hora del éxito;
será exaltado, y puesto en lo más alto.
Así como muchos quedaron espantados al verlo,
pues estaba tan desfigurado,
que ya no parecía un ser humano
así también todas las naciones se asombrarán,
y los reyes quedarán sin palabras al ver lo sucedido,
pues verán lo que no se les había contado
y descubrirán cosas que nunca se habían oído.
Quién podrá creer la noticia que recibimos?
Y la obra mayor de Yavé, ¿a quién se la reveló?
Este ha crecido ante Dios como un retoño,
como raíz en tierra seca.
No tenía brillo ni belleza para que nos fijáramos en él,
y su apariencia no era como para cautivarnos.
Despreciado por los hombres y marginado,
hombre de dolores y familiarizado con el sufrimiento,
semejante a aquellos a los que se les vuelve la cara,
no contaba para nada y no hemos hecho caso de él.
Sin embargo, eran nuestras dolencias las que él llevaba,
eran nuestros dolores los que le pesaban.
Nosotros lo creíamos azotado por Dios, castigado y humillado,
y eran nuestras faltas por las que era destruido
nuestros pecados, por los que era aplastado.
El soportó el castigo que nos trae la paz
y por sus llagas hemos sido sanados.
Todos andábamos como ovejas errantes,
cada cual seguía su propio camino,
y Yavé descargó sobre él la culpa de todos nosotros.
Fue maltratado y él se humilló y no dijo nada,
fue llevado cual cordero al matadero,
como una oveja que permanece muda cuando la esquilan.
Fue detenido, enjuiciado y eliminado
¿y quién ha pensado en su suerte?
Pues ha sido arrancado del mundo de los vivos
y herido de muerte por los crímenes de su pueblo.
Fue sepultado junto a los malhechores
y su tumba quedó junto a los ricos,
a pesar de que nunca cometió una violencia
ni nunca salió una mentira de su boca.
Quiso Yavé destrozarlo con padecimientos,
y él ofreció su vida como sacrificio por el pecado.
Por esto verá a sus descendientes y tendrá larga vida,
y el proyecto de Dios prosperará en sus manos.
Después de las amarguras que haya padecido su alma,
gozará del pleno conocimiento.
El Justo, mi servidor, hará una multitud de justos,
después de cargar con sus deudas.
Por eso, le daré en herencia muchedumbres
y lo contaré entre los grandes,
porque se ha negado a sí mismo hasta la muerte
y ha sido contado entre los pecadores,
cuando llevaba sobre sí los pecados de muchos
e intercedía por los pecadores.
PALABRA DE DIOS.- TE ALABAMOS, SEÑOR.
será exaltado, y puesto en lo más alto.
Así como muchos quedaron espantados al verlo,
pues estaba tan desfigurado,
que ya no parecía un ser humano
así también todas las naciones se asombrarán,
y los reyes quedarán sin palabras al ver lo sucedido,
pues verán lo que no se les había contado
y descubrirán cosas que nunca se habían oído.
Quién podrá creer la noticia que recibimos?
Y la obra mayor de Yavé, ¿a quién se la reveló?
Este ha crecido ante Dios como un retoño,
como raíz en tierra seca.
No tenía brillo ni belleza para que nos fijáramos en él,
y su apariencia no era como para cautivarnos.
Despreciado por los hombres y marginado,
hombre de dolores y familiarizado con el sufrimiento,
semejante a aquellos a los que se les vuelve la cara,
no contaba para nada y no hemos hecho caso de él.
Sin embargo, eran nuestras dolencias las que él llevaba,
eran nuestros dolores los que le pesaban.
Nosotros lo creíamos azotado por Dios, castigado y humillado,
y eran nuestras faltas por las que era destruido
nuestros pecados, por los que era aplastado.
El soportó el castigo que nos trae la paz
y por sus llagas hemos sido sanados.
Todos andábamos como ovejas errantes,
cada cual seguía su propio camino,
y Yavé descargó sobre él la culpa de todos nosotros.
Fue maltratado y él se humilló y no dijo nada,
fue llevado cual cordero al matadero,
como una oveja que permanece muda cuando la esquilan.
Fue detenido, enjuiciado y eliminado
¿y quién ha pensado en su suerte?
Pues ha sido arrancado del mundo de los vivos
y herido de muerte por los crímenes de su pueblo.
Fue sepultado junto a los malhechores
y su tumba quedó junto a los ricos,
a pesar de que nunca cometió una violencia
ni nunca salió una mentira de su boca.
Quiso Yavé destrozarlo con padecimientos,
y él ofreció su vida como sacrificio por el pecado.
Por esto verá a sus descendientes y tendrá larga vida,
y el proyecto de Dios prosperará en sus manos.
Después de las amarguras que haya padecido su alma,
gozará del pleno conocimiento.
El Justo, mi servidor, hará una multitud de justos,
después de cargar con sus deudas.
Por eso, le daré en herencia muchedumbres
y lo contaré entre los grandes,
porque se ha negado a sí mismo hasta la muerte
y ha sido contado entre los pecadores,
cuando llevaba sobre sí los pecados de muchos
e intercedía por los pecadores.
PALABRA DE DIOS.- TE ALABAMOS, SEÑOR.
Biblia Latinoamericana / se toma como guía el misal Católico: Asamblea Eucarística.
miércoles, 27 de mayo de 2015
Evangelio San Marcos 10,32-45. Miércoles 27 de Mayo de 2015.
Evangelio San Marcos 10,32-45. Miércoles 27 de Mayo de 2015.
“YA VEZ QUE NOS ESTAMOS DIRIGIENDO A JERUSALÉN, Y EL HIJO DEL HOMBRE VA A SER ENTREGADO”
Continuaron el camino subiendo a Jerusalén, y Jesús marchaba delante de ellos. Los discípulos estaban desconcertados, y los demás que lo seguían tenían miedo. Otra vez Jesús reunió a los Doce para decirles lo que le iba a pasar:
Estamos subiendo a Jerusalén y el Hijo del Hombre va a ser entregado a los jefes de los sacerdotes y a los maestros de la Ley; lo condenarán a muerte y lo entregarán a los extranjeros,
que se burlarán de él, le escupirán, lo azotarán y lo matarán. Pero tres días después resucitará.
Santiago y Juan, hijos de Zebedeo, se acercaron a Jesús y le dijeron: “Maestro, queremos que nos concedas lo que te vamos a pedir.
El les dijo: “¿Qué quieren de mí?”
Respondieron: “Concédenos que nos sentemos uno a tu derecha y otro a tu izquierda cuando estés en tu gloria.
Jesús les dijo: “Ustedes no saben lo que piden. ¿Pueden beber la copa que yo estoy bebiendo o ser bautizados como yo soy bautizado?”
Ellos contestaron: “Sí, podemos. Jesús les dijo: “Pues bien, la copa que voy a beber yo, la beberán también ustedes, y serán bautizados con el mismo bautismo que voy a recibir yo;”
pero el sentarse a mi derecha o a mi izquierda no me corresponde a mí el concederlo; eso ha sido preparado para otros.
Cuando los otros diez oyeron esto, se enojaron con Santiago y Juan.
Jesús los llamó y les dijo: “Como ustedes saben, los que se consideran jefes de las naciones actúan como dictadores, y los que ocupan cargos abusan de su autoridad.
Pero no será así entre ustedes. Por el contrario, el que quiera ser el más importante entre ustedes, debe hacerse el servidor de todos,
y el que quiera ser el primero, se hará esclavo de todos.
Sepan que el Hijo del Hombre no ha venido para ser servido, sino para servir y dar su vida como rescate por una muchedumbre.
Estamos subiendo a Jerusalén y el Hijo del Hombre va a ser entregado a los jefes de los sacerdotes y a los maestros de la Ley; lo condenarán a muerte y lo entregarán a los extranjeros,
que se burlarán de él, le escupirán, lo azotarán y lo matarán. Pero tres días después resucitará.
Santiago y Juan, hijos de Zebedeo, se acercaron a Jesús y le dijeron: “Maestro, queremos que nos concedas lo que te vamos a pedir.
El les dijo: “¿Qué quieren de mí?”
Respondieron: “Concédenos que nos sentemos uno a tu derecha y otro a tu izquierda cuando estés en tu gloria.
Jesús les dijo: “Ustedes no saben lo que piden. ¿Pueden beber la copa que yo estoy bebiendo o ser bautizados como yo soy bautizado?”
Ellos contestaron: “Sí, podemos. Jesús les dijo: “Pues bien, la copa que voy a beber yo, la beberán también ustedes, y serán bautizados con el mismo bautismo que voy a recibir yo;”
pero el sentarse a mi derecha o a mi izquierda no me corresponde a mí el concederlo; eso ha sido preparado para otros.
Cuando los otros diez oyeron esto, se enojaron con Santiago y Juan.
Jesús los llamó y les dijo: “Como ustedes saben, los que se consideran jefes de las naciones actúan como dictadores, y los que ocupan cargos abusan de su autoridad.
Pero no será así entre ustedes. Por el contrario, el que quiera ser el más importante entre ustedes, debe hacerse el servidor de todos,
y el que quiera ser el primero, se hará esclavo de todos.
Sepan que el Hijo del Hombre no ha venido para ser servido, sino para servir y dar su vida como rescate por una muchedumbre.
PALABRA DEL SEÑOR.- GLORIA A TÍ SEÑOR, JESÚS
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