lunes, 24 de octubre de 2016

El uso del agua bendita en los primeros días de la era cristiana es atestiguado por documentos de fecharelativamente posterior. Las Constituciones Apostólicas, cuya redacción se remonta a cerca del año 400, le atribuyen el precepto del uso del agua bendita al apóstolSan Mateo. La carta escrita bajo el nombre del Papa San Alejandro I, (pontificado del 105-115) es apócrifa y es de tiempos más recientes; de ahí que el primer testimonio histórico no va más atrás del siglo V. Sin embargo, es permisible suponer en aras del argumento que, en los tiempos cristianos primitivos, el agua se usaba con propósitos expiatorios y purificadores, de modo análogo a su uso bajo la ley judía. Como en muchos casos, el agua usada para el sacramento delbautismo era agua fluyente, de río o mar, y no podía recibir la misma bendición que la que se daba en losbaptisterios. Sobre este punto en particular la liturgiaantigua es oscura, pero dos descubrimientos recientes son de muy decidido interés. El Pontifical o Scrapion de Tumis, un obispo del siglo IV, y del mismo modo el “testamentum Domini”, una composición siríaca quedata del siglo V o VI, contiene una bendición del aceite yagua durante la Misa. La fórmula en el Pontifical de Scrapión es como sigue: “Bendecimos estas criaturas en el Nombre de Jesucristo, tu único Hijo; invocamos sobre esta agua y este aceite el Nombre de Aquél que sufrió, que fue crucificado, que resucitó de entre los muertos y que está sentado a la derecha del Padre. Concede a estas criaturas el poder de sanar; que todas las fiebres, todos los malos espíritus y todas las dolencias huyan de quien tome esta bebida o sea ungido con ella, y que sea un remedio en el Nombre de Jesucristo, tu único Hijo.”amén.


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