Oracion por Santa Teresa Benedicta de la Cruz (Edith Stein) Carmelita Descalza
¿Quién eres tú, dulce luz, que me llena e ilumina la oscuridad de mi corazón? Me conduces como una mano maternal y si te consintieras irte de míno sabría como dar un paso más.Tú eres el espacio que abraza mi existencia y la sepulta en Ti lejos de Ti se hunde en el abismo de la nada, desde donde la elevaste a la luz Tú, más cerca de mí que yo a mí mismo y más íntimo que mi más profundo interior todavía implacable e intangible y más allá de todo nombre:¡Espíritu Santo amor eterno!
¿No eres acaso el dulce maná que del corazón del Hijo se desborda hacia mi corazón, el alimento de los ángeles y los santos? Él, que se elevó a sí mismo de la muerte a la vida, Él también me ha despertado a una nueva vida del sueño de muerte. Y me da una nueva vida día a día y a veces, su plenitud fluye a través mío vida de tu vida realmente, Tú mismo:¡Espíritu Santo, vida eterna!
¿Eres tú el rayo que destella desde el trono del Juez eterno e irrumpe en la noche del alma que nunca se ha conocido a sí misma? Misericordiosamente, implacable penetra en todo rebaño escondido alarmado de verse a sí mismo, el yo hace espacio para el santo miedo, el principio de esa sabiduría que viene de lo alto y nos ancla firmemente en las alturas. Tú acción, que nos crea nuevos:¡Espíritu Santo, rayo que penetra todas las cosas!
¿Eres tú la plenitud del Espíritu y el poder por el que el Cordero abrió los sellos del eterno mandato de Dios? Conducido por Ti los mensajeros del juicio recorren el mundo y separan con una filuda espada el reino de la luz del reino de la noche el cielo se renueva y la tierra se renueva y todo encuentra su lugar. A través de su aliento:¡Espíritu Santo, poder victorioso!
¿Eres Tú el maestro que construye la catedral eterna,que se eleva desde la tierra hasta los cielos?Animados por Ti, las columnas son erigidas hasta lo alto y se paran inmóvilmente firmes. Marcados con el nombre eterno de Dios, se estiran hacia la luz sosteniendo el domo que corona la santa catedral tu trabajo que circunda el mundo:¡Espíritu Santo, mano de Dios que moldea!
¿Eres Tú aquel que creóel claro espejo junto al trono del Todopoderoso como un mar de cristal en el que la divinidad amorosamente se completa a sí misma? Tú te doblas ante el más recto trabajo de tu creación, y radiantemente tu mirada penetrante es iluminada en recompensa y de todas las criaturas, la belleza purase junta en una en la amorosa formade la Virgen, tu novia inmaculada:¡Espíritu Santo, Creador de todo!
¿Eres tú la dulce melodía del amor y de Santa reverencia que eternamente resuena alrededor del trono trino, que une a sí misma en el campaneo de todos y cada uno de los seres? La armonía que junta a los miembros con la cabeza en el que cada uno encuentra el misterioso significado de su bendita existencia y alegremente ondea hacia delante libremente disuelto en tu ondear:¡Espíritu Santo, júbilo eterno!
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