BENDITO SEA EL SEÑOR, PARA SIEMPRE”.

Bendito sea Dios que vive para siempre.
Su reinado permanece por los siglos.
Una vez corrige y otra, perdona.
Hace bajar a la morada de los muertos
y hace subir de allí,
nadie puede escaparse de su mano.
Hijos de Israel, celébrenlo
en medio de las naciones donde los dispersó,
y muéstrenles todo su poder.
¡Canten su grandeza ante todos los vivos!
¡El es nuestro Señor y nuestro Dios,
nuestro padre por los siglos de los siglos!
Si nos corrige por nuestros pecados,
tendrá también compasión de nosotros.
Nos reunirá de entre todas las naciones
entre las cuales nos había dispersado.
Vuelvan a él de todo corazón,
y actúen con plena verdad delante de él;
entonces se volverá a ustedes
y no les ocultará más su cara.

Biblia Latinoamericana / se toma como guía, el misal Católico: Asamblea Eucarística.