Sin embargo, lo más importante para la Rusia de hoy es otro uso simbólico de la Fortaleza – el Panteón de la familia real de los Romanov. A lo largo de 200 años practicamente todas las personas reinantes y miembros de sus familias se enteraban dentro de la Catedral. La misma idea de enterar a los monarcas en un templo demostraba el apoyo divino a la monarquía.

Pedro I el Grande, su esposa Catalina I, Isabel I, Pedro III, Catalina II la Grande, Pablo I con su esposa, Alejandro I (el que triumfó en la Guerra contra Napoleon), Nikolas I, Alejandro II (en su honor fue construida la Catedral de San Salvador sobre la Sangre Derramada), Alejandro III y otros zares y zarinas están esteradas en el templo. Los restos de la última familia de los zares (Nikolas II, zarina Alejandra, sus hijas Olga, Tatiana, María, Anastasia y el hijo Alexis que fueron asesinados en 1918) se trasladaron a la Catedral en 1998.

La catedral tiene 122,5 metros de altura siendo la construución más alta del centro histórico de San Petersburgo. La mejor obra del arquitecto italiano suizo Doménico Trezzini representa un perfecto ejemplo de estilo barroco ruso, uno de los más destacados en este estilo.