ÁNGELES:
No es muy
detallada la referencia de Juan de Ávila a los ángeles. De ellos habla, también
en relación con los santos. Fueron fieles en el inicio de la creación
(contrariamente a los ángeles malos), están en el cielo gozando de la visión de
Dios y protegen a los viandantes en este mundo. "La suma bondad crió
ángeles... en vida de gracia"; a los que fueron fieles, les dio "la
vida de gloria" (Ser 45, 94ss).
El
contexto ascético o espiritual de este tema, es la lucha contra las tentaciones
y la superación de las tribulaciones de esta vida. Así como acompañaron a
Cristo y a María, así ahora nos acompañan y comunican "inspiraciones
buenas" (Ser 62, 346). "Si queremos ser del bando de Dios, tendremos
de nuestra parte muchedumbre de ángeles; uno de los cuales puede más que todos
los poderes infernales. Y, lo que más es, ternemos al Señor de los
ángeles" (AF cap. 10, 3183). El arcángel San Gabriel, que había anunciado
el misterio de Cristo a la Santísima Virgen, sería también quien le anunciaría
su Asunción al cielo (cfr. Ser 70, 1119ss). María es Reina de ángeles y santos;
en su santidad y gloria "excede a los ángeles" (Ser 70, 400ss).
Siguiendo
la doctrina del Pseudo-Dionisio, explica la gradación de los ángeles, diciendo
que "los ángeles mayores iluminan a los ángeles menores" (Juan I,
lec. 3ª, 287ss; cfr. De Coelest. Hierarchia, c.3 y 7). El contexto de
esta doctrina es el tema de Dios que se revela tal como es, como fuente de toda
luz.
Todos los
ángeles bendicen a Dios en el cielo y se gozan de la visión beatífica. Conocen
"la misma Verdad, claramente como Dios la conoce, aunque non con tanta
fuerza como El"; aman "la misma Bondad que El ama" y gozan
"de su misma esencia que El goza" (Ser 55, 69ss).
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