viernes, 31 de marzo de 2017

SANTORAL.



San Amós profeta

Conmemoración de san Amós, profeta, que siendo pastor de Tecoa y cuidador de sicómoros, fue enviado por Dios a los hijos de Israel para defender su justicia y santidad contra sus prevaricaciones (s. X a.C.).

lunes, 27 de marzo de 2017

“Lo que Nuestro Señor Vió desde la Cruz ” James Tissot.




Cristo de San Juan de la Cruz es un famoso cuadro del pintor español Salvador Dalí realizado en 1951. Está hecho mediante la técnica del óleo sobre lienzo y se conserva en el Museo Kelvingrove, en Glasgow, Reino Unido.
Durante los años cincuenta -en el periodo del misticismo atómico- el artista volvió a recurrir varias veces al tema de la crucifixión. Un ejemplo es el Corpus hypercubus, pintado en 1954. Para pintar este cuadro se basó en las teorías contenidas en el Discurso sobre la forma cúbica del arquitecto del siglo XVI, Juan de Herrera, responsable del Monasterio de San Lorenzo de El Escorial.

domingo, 26 de marzo de 2017



Camino de la Cruz

La proyección anual de Ted DeGrazia de "El Camino de la Cruz" se exhibe a través de la Cuaresma con 15 pinturas al óleo originales que representan el sufrimiento y la crucifixión de Cristo.
Elevación
Ya no hay un dolor humano que no sea mi dolor;199689pintura de cristo
ya ningunos ojos lloran, ya ningún alma se angustia
sin que yo me angustie y llore;
ya mi corazón es lámpara fiel de todas las vigilias,
¡oh Cristo!
En vano busco en los hondos escondrijos de mi ser
para encontrar algún odio: nadie puede herirme ya
sino de piedad y amor. Todos son yo, yo soy todos,
¡oh Cristo!
»¡Que importan males o bienes! Para mí todos son bienes.
El rosal no tiene espinas: para mí sólo da rosas.
¿Rosas de pasión? ¡Que importa! Rosas de celeste esencia,
purpúreas como la sangre que vertiste por nosotros,
¡oh Cristo!»

Autor: Amado Nervo

sábado, 25 de marzo de 2017

El Angel de la Anunciaciòn..








“El ángel le dijo: No temas, María, porque has hallado gracia delante de Dios, vas a concebir en el seno y vas a dar a luz un hijo,
a quien pondrás por nombre Jesús. El será grande y será llamado Hijo del Altísimo (...).
Dijo María: He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tú palabra.” 
(Lucas 1, 30-32, 38)

Se llama "anunciación" a la visita del Arcángel Gabriel, enviado por Dios a la Virgen María para pedirle que sea la Madre del Verbo por la gracia del Espíritu Santo. Ella, conciente de su dignidad y al mismo tiempo su pequeñez, consintió entregándose sin reservas a la voluntad de Dios. El "Sí" de María Santísima abre el camino a la Encarnación que ocurre en ese momento. En ese instante el Verbo se hizo carne. Dios eterno vino a habitar en ella asumiendo la naturaleza humana.
Celebramos la Anunciación el 25 de Marzo por ser 9 meses antes de la Navidad (Nacimiento del Señor)
María Santísima un 25 de marzo le dijo a Bernardita en Lourdes: "Yo soy la Inmaculada Concepción".
Recordamos la anunciación:Rezando el Angelus, al mediodía.
Rezando el primer misterio gozoso del 
Rosario

Celebrando el día del niño por nacer.
El día de la Anunciación el Verbo se hizo carne; La Segunda Persona de la Trinidad asumió la naturaleza humana y comenzó a vivir en el vientre de María Santísima.

Gracias al «sí» de Cristo y de María, Dios pudo asumir un rostro de hombre
Benedicto XVI, 25 marzo 2007
Queridos hermanos y hermanas:

El 25 de marzo se celebra la solemnidad de la Anunciación de la Virgen María. Este año, coincide con un domingo de Cuaresma y por este motivo se celebrará mañana. De todos modos, quisiera detenerme a reflexionar sobre este estupendo misterio de la fe, que contemplamos cada día al rezar el Angelus.

La Anunciación, narrada al inicio del Evangelio de san Lucas, es un acontecimiento humilde, escondido --nadie lo vio, sólo lo presenció María--, pero al mismo tiempo decisivo para la historia de la humanidad. Cuando la Virgen pronunció su «sí» al anuncio del ángel, Jesús fue concebido y con Él comenzó la nueva era de la historia, que después sería sancionada en la Pascua como «nueva y eterna Alianza».

En realidad, el «sí» de María es el reflejo perfecto del «sí» de Cristo, cuando entró en el mundo, como escribe la Carta a los Hebreos interpretando el Salmo 39: «¡He aquí que vengo - pues de mí está escrito en el rollo del libro - a hacer, oh Dios, tu voluntad!» (10, 7). La obediencia del Hijo se refleja en la obediencia de la Madre y de este modo, gracias al encuentro de estos dos «síes», Dios ha podido asumir un rostro de hombre. Por este motivo la Anunciación es también una fiesta cristológica, pues celebra un misterio central de Cristo: su Encarnación.

«He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra». La respuesta de María al ángel continúa en la Iglesia, llamada a hacer presente a Cristo en la historia, ofreciendo su propia disponibilidad para que Dios siga visitando a la humanidad con su misericordia..

En este período de Cuaresma contemplamos más frecuentemente a la Virgen que en el Calvario sella el «sí» pronunciado en Nazaret. Unida a Jesús, testigo del amor del Padre, María vivió el martirio del alma. Invoquemos con confianza su intercesión para que la Iglesia, fiel a su misión, dé al mundo entero testimonio valiente del amor de Dios.

viernes, 17 de marzo de 2017



Piedad S.XV, Taller Germánico (Museo Nacional de Escultura- Valladolid)

La Iglesia del Sagrado Corazón fue construido desde 1878 hasta 1897 en el estilo románico-bizantino y recuerda el "Sagrado Corazón" de Montmartre en París. El arquitecto Edmond Douillet tomó como empresario Emile Dupont Mallet.
En el interior, el mármol son dos estatuas de Albert Roze, una Virgen con el Niño conocido como el Sagrado Corazón, cuyo hijo como la de Albert oro Virgen. La otra estatua es la de Jesús, mano en el corazón, recordando el nombre de esta iglesia.Proviene de los rehenes Dominicana Calle Capilla destruido alrededor de 1980.
 


La comunidad de las Hermanas de la Congregación de Nuestra Señora de San Agustín Monasterio canónigos Berlaymont en Waterloo en Uccle se trasladó a casa de reposo en 2008. A continuación, la estatua fue comprada por un mecenas anónimo que lo confió a la Fundación Rey Balduino . Fue transferido bajo el altar de Notre Dame de Montaigu en la capilla Maes de la Catedral de San Miguel en Bruselas.

Esperamos que todos ustedes tienen un gran viernes de la segunda semana de Cuaresma.


Evangelio Mt 21, 33-43, 45-46
Jesús dijo a los principales sacerdotes y los ancianos del pueblo:
"Oíd otra parábola.
Había un propietario que plantó una viña,
puso un cerco a su alrededor,
cavó un lagar en ella, y construyó una torre.
La arrendó a unos labradores y se fue de viaje.
Cuando tiempo de la vendimia,
envió sus siervos a los labradores para obtener sus productos.
Pero los labradores, agarrando a los criados, apalearon a uno,
otro mataron, y otro lo apedrearon.
De nuevo envió otros criados, más que los primeros,
pero los trataron de la misma manera.
Por último, envió a su propio hijo,
pensando: "Respetarán a mi hijo. '
Pero cuando los labradores, al ver al hijo, se dijeron unos a otros,
'Este es el heredero.
Vamos, matémosle y con su herencia '.
Ellos le echaron mano, lo arrojaron fuera de la viña y lo mataron.
¿Cómo será el dueño de la viña con esos labradores cuando venga? "
Ellos le respondieron:
" Acabará con esos miserables a una muerte miserable
y arrendará la viña a otros labradores
, que le entreguen los frutos a los momentos adecuados ".
Jesús les dijo: "¿Nunca leísteis en las Escrituras:
La piedra que desecharon los arquitectos es
ahora la piedra angular;
El Señor ha hecho esto,
y es maravilloso a nuestros ojos?
Por lo tanto, yo digo que 
el reino de Dios será quitado de vosotros, 
y será dado a un pueblo que produzca sus frutos. " 
Cuando los principales sacerdotes y los Fariseos sus parábolas, 
porque sabían que él estaba hablando acerca de ellos. 
Y a pesar de que estaban tratando de detenerlo,
temían a la multitud, porque le tenían por profeta.


Santoral 17 de Marzo
Los cuatro evangelistas le mencionan, aunque muy brevemente, y todos coinciden en señalar su intervención en el mismo episodio, el único por el cual este notable de Jerusalén, miembro del Sanedrín, «hombre rico» según Mateo, «ilustre» según Marcos, aparece de un modo fugaz en la historia de Cristo.
José pide permiso a Pilatos para sepultar a Jesús, y una vez concedido, con la ayuda de Nicodemo desclava el cuerpo de la cruz y lo lleva a un nuevo sepulcro excavado en la roca (por eso la tradición cristiana le hace patrón de embalsamadores y sepultureros). Es cuanto se nos dice de él.
¿Quién fue este piadoso personaje? «Persona buena y honrada», le describe san Lucas, «que aguardaba el reino de Dios», o sea «que era también discípulo de Jesús» (Mateo), «pero clandestino, por miedo a las autoridades judías» (Juan). Un discípulo vergonzante que ahora, «armándose de valor», precisa Marcos, reclama el cuerpo del Maestro.
Jesús acababa de morir ignominiosamente, Pedro ha renegado de Él por tres veces en público, los apóstoles, acobardados y vencidos por el desaliento, se esconden o se dispersan, y en la prueba el único que da la cara, el único que se arma de valor, es un discípulo secreto que hasta ahora no se atrevía a declarar su condición.
José de Arimatea inspira un gran respeto, y la leyenda (que le hace recoger en el Gólgota, con el santo Graal, la sangre de Cristo) subraya esa dignidad del que sale de la sombra en el peor momento con una valentía que no tuvieron los más fieles. Él, quizá mal visto por los apóstoles, que podían reprocharle que no se comprometiera, tiene el incontenible arrojo de los tímidos, la impensada serenidad de los nerviosos, la brusca decisión de los titubeantes, y por eso se le venera, por haber hecho valientemente misericordia con el Señor.
Los cuerpos de los crucificados eran arrojados a la fosa común. La infamia continuaba después de la muerte. No sucedió así con Jesús gracias a la audacia y al amor de José de Arimatea.
“Y llegada la tarde, puesto que era la Parasceve, que es el día anterior al sábado, vino José de Arimatea, miembro ilustre del Consejo, que también él esperaba el Reino de Dios y, con audacia, llegó hasta Pilato y le pidió el cuerpo de Jesús. Pilato se sorprendió de que ya hubiera muerto y, llamando al centurión, le preguntó si efectivamente había muerto. Cerciorado por el centurión entregó el cuerpo a José. Entonces éste, habiendo comprado una sábana, lo bajó y lo envolvió en ella, lo depositó en un sepulcro que estaba excavado en una roca e hizo arrimar una piedra a la entrada del sepulcro”(Mc).
El sepulcro era de José de Arimatea, era nuevo y lo había mandado excavar en la roca(Mt). Este José “era un varón bueno y justo, miembro del Sanedrín, el cual no había consentido a su decisión y a sus acciones”(Lc). Le acompaña Nicodemo, ambos junto a Juan ungen el cuerpo de Jesús con aromas una mezcla de mirra y áloe, como de cien libras (Jn).
Los acontecimientos han ocurrido con rapidez en aquel viernes santo. José de Arimatea y Nicodemo nada pueden hacer ante Pilato y el griterío de la masa. Y contemplan el cortejo de la cruz. Pueden ver desde cerca la muerte, las tinieblas, el terremoto, el gran grito, los resucitados. Y un pensamiento se hace claro en su mente: ¿qué sucederá con el cadáver? no puede ser que no reciba una sepultura digna y sea arrojado a la fosa común. Y piensa José en su sepulcro cavado en la roca viva, en la sábana para envolver el cuerpo de Jesús, así como en los ungüentos para preparar el cadáver lo mejor posible. Cuando le llega la noticia de la muerte de Jesús acuden con su autoridad a pedir a Pilato el cuerpo. Pilato, confuso por los acontecimientos, tiene el acierto de certificar la muerte de aquel inocente crucificado, y llama al centurión, éste le asegura que está muerto, y Pilato da el permiso.
José de Arimatea acude con prisa al Calvario junto a Nicodemo, y ayudados por Juan desclavan el cuerpo de Jesús. Uno de ellos abraza el cuerpo junto a la cruz, los otros dos desclavan la mano derecha que cae sobre el que sujeta el cuerpo; después suben de nuevo la escalera para separar el clavo de la mano izquierda, y el cuerpo entero cae sobre el que lo sujeta por la cintura. Con lienzos sujetan por las axilas el cuerpo de Jesús y lo descienden con cuidado, como si pudiesen lastimarlo después de tanto dolor. Después lo entregan a su Madre que lo recibe en su seno como cuando era niño. María llora sobre el cuerpo de su Hijo, sus lágrimas se juntan con la sangre que cubre como un manto real al cuerpo de Jesús. Cuesta separarla del Hijo tan querido. por fin, lo hacen, lavan el cuerpo, separan la corona de espinas que guardan con los clavos y el paño en la cintura que llevaba el crucificado. Le ponen apresuradamente algo de los muchos ungüentos que llevaban, más de treinta kilos, y lo conducen al sepulcro. Allí consuman el acto de piedad del enterramiento. Rodean el rostro de Jesús con un sudario, colocan unas monedas en los ojos, según la costumbre, y lo envuelven en una sabana de lino que rodea todo el cuerpo. Lo depositan sobre una roca en el centro del sepulcro. Salen de la concavidad y, con esfuerzo, colocan la gruesa roca que cierra la sepultura. Se renueva el llanto y el lamento de María. Todos callan y la conducen de nuevo al Cenáculo.
Sin nada vino Jesús al mundo, y sin nada marcha de él, hasta el sepulcro es de otro. Cavado en la roca, sin ser usado de nadie como un nuevo seno virginal. Y al hacerse de noche se retiran para cumplir la legislación del sábado .
José de Arimatea fue prudente al actuar con audacia. Quizá también lo fue cuando era discípulo oculto de Jesús. Es muy posible que su fe en Jesús fuese débil al principio y se uniese el deseo de ayudar desde dentro del Sanedrín con un cierto temor a las consecuencias de declararse de un modo manifiesto seguidor de aquel que se llamaba el Cristo, eso es lo que insinúa Juan en el Evangelio. Lo cierto es que la Cruz le quita cualquier tipo de temor o de perplejidad. Sabe descubrir en la Cruz el Sacrificio de la Nueva Alianza. Una vez iluminada la fe ¿de que sirven las tácticas y cálculos?
José de Arimatea y Nicodemo estaban en los centros de poder de Israel y debían ser prudentes. Su prudencia les llevó a decisiones distintas cuando la situación cambió. Ante Cristo muerto en la Cruz desaparecen todos las estrategias humanas.
El sepulcro vacío se convierte en el primer sagrario material. María Santísima fue el primer sagrario vivo, virginal y lleno de amor. El sepulcro no ha sido usado por nadie. Ahora un sepulcro es el sagrario que contiene por un tiempo el cadáver de Jesús unido a la divinidad, pero separada del alma que desciende a los infiernos a llevar la salvación a los justos del tiempo anterior, tiempo de la paciencia de Dios.
Reproducido con permiso del Autor,
Enrique Cases, Tres años con Jesús, Ediciones internacionales universitarias
pedidos a eunsa@cin.es

SANTORAL...



Beato Juan Nepomuceno Zegri y Moreno

En la ciudad de Málaga, en España, beato Juan Nepomuceno Zegri y Moreno, presbítero, que consagró su vida en el ministerio al servicio de la Iglesia y de las almas, y, para procurar mejor la gloria de Dios Padre en Cristo, fundó la Congregación de las Hermanas de la Caridad de la Santísima Virgen María de la Merced.

jueves, 16 de marzo de 2017

SANTORAL...



La Iglesia recuerda al santo José Gabriel del Rosario Brochero

Predicó el Evangelio asumiendo el lenguaje de sus feligreses para hacerlo comprensible a sus oyentes. Celebró los sacramentos, llevando siempre lo necesario para la Misa en las ancas de su mula. Ningún enfermo quedaba sin los sacramentos, para lo cual ni la lluvia ni el frío lo detenían. "Ya el diablo me va a robar un alma", decía. Se entregó por entero a todos, especialmente a los pobres y alejados, a quienes buscó solicitadamente para acercarlos a Dios.

miércoles, 15 de marzo de 2017

SANTORAL...



San Clemente María Hofbauer



En Viena, en Austria, san Clemente María Hofbauer, presbítero de la Congregación del Santísimo Redentor, que trabajó admirablemente por la propagación de la fe y por la reforma de la disciplina eclesiástica. Preclaro tanto por su ingenio como por sus virtudes, impulsó a no pocos varones prestigiosos en las ciencias y en las artes a entrar en la Iglesia.

sábado, 11 de marzo de 2017



Pietà (detalle), Gerard David, 1520-1530

SANTORAL...





San Eulogio de Córdoba, sacerdote, mártir
Padre de la Iglesia
Nació en Córdoba a comienzos del siglo IX, y en esta ciudad ejercitó su ministerio.  Es el principal escritor de la Iglesia mozárabe. Dada la persecución que sufría la comunidad cristiana española por parte de los musulmanes, san Eulogio fue siempre consuelo y aliento para todos los perseguidos por su fe. Sufrió le martirio el 11 de marzo del año 859, cuando había sido preconizado arzobispo de Toledo. Murió decapitado. Tras su muerte, muy pronto recibió culto.