MADRE...
Cuanto llevo conmigo lo que soporto, lo que hablo y lo que arriesgo,
lo que pienso y lo que amo, los méritos que obtengo, lo que voy guiando y conquistando, lo que me hace sufrir, y lo que me alegra; cuanto soy y cuanto tengo, te lo entrego como regalo de amor, para la fuente de gracias, que desde el Santuario brota cristalina, para penetrar el alma de quienes a Schoenstatt han dado su corazón; para conducir bondadosamente hasta allí, a los que, por misericordia, quieras escoger; y para que fructifiquen las obras que consagramos ,a la Santísima Trinidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario