SAN FRANCISCO DE ASÍS
DE SU CARTA A LOS SACERDOTES | Que toda la humanidad tiemble, Que el mundo entero de estremezca Y los cielos alaben Cuando Cristo, el Hijo de Dios Esté presente en el altar en las manos del sacerdote ¡Oh, admirable alturas y sublime humildad! ¡Oh Sublime humildad! ¡Oh Sublime alteza! El Señor del universo, Dios y el Hijo de Dios Se humilla a Sí mismo Por nuestra salvación ¡Él mismo se esconde bajo la pequeña forma del Pan! ¡Miren, hermanos, la humildad de Dios! Viertan sus corazones ante Él. Humíllense, también, Para que sean exaltados por Él. Por lo tanto, No retengan nada de ustedes para sí mismos Para que Él, Quién se da enteramente a ustedes, Pueda recibirles totalmente.. |
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